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Alemania advierte a Bruselas de que no apoyará sanciones comerciales a EE UU

Prodi pide al presidente George Bush que no caiga 'en nuevas formas de agresión'

Los intereses económicos de la Unión Europea y de Estados Unidos están seriamente enfrentados. El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, aseguró ayer que no es partidario de abrir una guerra comercial, pero advirtió de que no permitirá que desde Washington se 'dicte' la agenda de la UE en cuestiones económicas clave, como en el acero o el proyecto Galileo. Mientras, el ministro alemán de Economía, Werner Müller, sugirió ayer cautela a la Comisión Europea, y pidió que no se apliquen sanciones inmediatas a EE UU en la guerra comercial.

El aviso de Berlín se produjo el mismo día que la Comisión aprobó formalmente el paquete de medidas para impedir que todo el acero que no pueda entrar en Estados Unidos, debido a los nuevos aranceles impuestos por George Bush, acabe en Europa. Pero además, Bruselas estudia otras medidas de represalia contra los cítricos, el papel, o la industria metalúrgica de EE UU.

Esto último es lo que preocupa a Alemania. El ministro Müller, en una entrevista a la emisora berlinesa DeutschlandRadio, pidió prudencia a la Comisión y advirtió contra una guerra comercial con EE UU que podría dañar a la economía alemana, que exporta a aquel país cada año 55.000 millones de dólares. El 41% de esta cifra proviene de la industria del automóvil.

Falta de unanimidad

Según la legislación, la Comisión Europea decide, tras una consulta previa con los Estados miembros, este tipo de sanciones. Pero el aviso de Alemania de ayer sugiere que no hay unanimidad entre los Quince para seguir adelante con una política de represalias comerciales.

En Bruselas, el comisario de Comercio, Pascal Lamy, intentó desdramatizar la delicada situación y afirmó que la intención de la Comisión Europea no es la de iniciar una guerra comercial con EE UU, sino conseguir que la Administración norteamericana 'cambie los puntos de vista de su política sin caer necesariamente en nuevas formas de agresión'.

Tanto Lamy como Romano Prodi señalaron que cada país 'es soberano respecto de las decisiones que adopte' y que el propósito de la Comisión Europea no es inmiscuirse en la política norteamericana. Un principio que también exige a Washington. 'No vamos a dejar que ningún otro nos dicte nuestra agenda', afirmó Prodi.

'Las relaciones transatlánticas tienen una jerarquía', señaló Prodi. 'En primer lugar está la lucha contra el terrorismo, donde la UE y EE UU van de la mano, pero a partir de ahí hay una serie de intereses económicos estratégicos muy precisos que debemos defender', explicó. 'La defensa del acero es indispensable para dejar claro que tenemos intereses económicos muy precisos y Galileo es indispensable para una independencia y gobernar nuestras elecciones estratégicas', explicó.

Bajo estos argumentos la Comisión Europea dio ayer su luz verde a las medidas de salvaguardia para hacer frente a la decisión estadounidense de gravar con un 30% las importaciones de acero. Para evitar el flujo masivo de acero hacia Europa procedente de países terceros que no podrán comercializar sus productos en EE UU, Bruselas ha impuesto una serie de cuotas individuales que deberán respetar los importadores de los productos afectados por el arancel norteamericano. Cuando las rebasen, se les aplicarán una tarifa especial de entre el 14,9% y el 26%.

Pascal Lamy explicó que la UE 'nunca habría recurrido a medidas de este tipo si el mercado de acero norteamericano hubiera permanecido libre'. Prodi considera que la batalla del acero es 'una cuestión seria' en la que no se pueden 'subestimar' sus consecuencias y no dejó pasar la oportunidad para pedir al presidente George W. Bush 'que no siga adelante' por la vía de la política proteccionista porque se corre el grave riesgo de poner 'en tela de juicio el funcionamiento del libre mercado'.

El comisario de Comercio, Pascal Lamy (izquierda), con el presidente Romano Prodi
El comisario de Comercio, Pascal Lamy (izquierda), con el presidente Romano ProdiASSOCIATED PRESS

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