Tierra de películas

En los últimos años han surgido en diversas localidades andaluzas festivales, muestras y semanas de cine al socaire de las entidades locales y otros organismos públicos. Si hace dos décadas sólo existían iniciativas de este tipo en Huelva (cine iberoamericano), Benalmádena (cine de autor), Sevilla, Cádiz y San Roque (cortometrajes), ahora sobrepasan la veintena, de los que una tercera parte se concentran en la provincia de Málaga.

En esta provincia se sitúa el dedicado al cine español. No es la única iniciativa volcada con la producción nacional, ya que Estepona organiza desde hace 14 años una semana de cine español. Curiosamente, en esta misma localidad hay otra actividad similar pero dedicada al cine fantástico, que cuenta con Paul Naschy como principal baluarte. Los aficionados a este género también tienen su cita anual en Málaga capital, gracias a una iniciativa que dirige Ramón Reina. Éste es igualmente programador del festival de cortos y cine alternativo de Benalmádena. Tampoco se puede olvidar la Bienal de cine científico y Eurovídeo, ambos radicados en Ronda, y el festival de Marbella.

Salomón Castiel, director del Festival de Cine Español de Málaga, y Ramón Reina justifican la proliferación de estas iniciativas por la gran afición que existe en Málaga. Tal como señala Castiel 'aquí hay una gran tradición cinematográfica'. 'Además, Málaga es cuna de numerosos actores, algunos de renombre internacional, y de muchos jóvenes realizadores', recalca Castiel. Reina subraya el hecho de que 'en la década de los cuarenta en Málaga era donde más cine se veía de toda España; el cine es casi algo genético aquí'. Para Reina, 'la palabra festival viene de fiesta, por eso en muchos ayuntamientos se recurre a este tipo de actividades para promocionar el turismo'.

Esta idea es compartida con el decano de los directores de festival de cine, José Luis Ruiz, fundador del dedicado al cine iberoamericano de Huelva, su director durante 22 ediciones y actual responsable del Festival de Cine y Deporte de Sevilla. En su opinión 'la proliferación de este tipo de iniciativas, que también se da en el resto de España y en el extranjero, corresponde a una moda, como en su día fueron los festivales de la canción, y que posee una motivación ajena a la meramente cultural'. Comparte esta idea el cineasta Esteban Gallego, fundador y director de la Semana Internacional del Cortometraje de San Roque, que se muestra bastante crítico con 'los festivales que nacen en la Costa del Sol exclusivamente para fomentar el turismo, que se dedican a homenajear a folclóricas y donde lo que menos cuenta son las películas'. Julio Peces, director de las dos semanas de cine de Estepona explica que el verdadero motor es siempre el cine, pero 'después surge la rentabilidad exterior del festival con la presencia de actores famosos y de los políticos, es algo inevitable en cualquier festival'.

Al frente del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva se encuentra Salvador Augustí. En su opinión, hay un exceso de festivales en toda España, 'una atomización, pero habría que distinguir entre los de corte local y aquellos con vocación nacional o internacional, en cualquier caso es posible la convivencia de unos con otros'.

En Huelva surgió hace dos años el Festival de Cine Inédito de Islantilla, cuyo equipo lo integran bastantes personas que trabajaron en el de cine iberoamericano. Juan Labrador, que también ha participado en la prestigiosa Semana Internacional de Cine de Valladolid y en el Festival de Cine de Gijón, aporta la clave necesaria para la pervivencia de todos: la especialización, algo en lo que redundan el resto de directores de festivales consultados. 'Cuando nos propusieron organizar en Islantilla un certamen dijimos que tenía que especializarse en algo muy concreto', dice Labrador.