La memoria de un pueblo

Uno de los patrimonios histórico-artísticos más importantes de Andalucía, sus iglesias barrocas, ha recibido en los últimos tres años casi 12 millones de euros aportados por la Consejería de Cultura. Desde hace dos años, la consejería ha firmado convenios con todas las diócesis andaluzas para participar en convenios de restauración al 50%. El último se rubricó a principios del mes de marzo en la provincia de Cádiz. Sevilla es la provincia en la que la Junta ha invertido más fondos, unos 3,5 millones de euros y Huelva en la que menos, con 652.00 euros. En Málaga, la Junta y el Obispado han invertido algo más de 2,5 millones de euros en la recuperación de edificios y bienes muebles de la Iglesia. San Felipe Neri y El Carmen, situados en la capital, son los dos templos en los que las obras se encuentran ya avanzadas. En otras dos iglesias, Los Mártires y San Juan están en estudio los respectivos proyectos. En San Sebastián de Antequera se realizarán durante este año actuaciones previas a la firma del convenio entre ambas instituciones por deficiencias en la cubierta.

En la Iglesia de San Felipe Neri, la Junta y el Obispado ya han invertido, desde enero de 1999 hasta marzo de 2002, casi 520.000 euros. La parte más antigua de esta iglesia de planta elíptica data del siglo XVII y era el oratorio del antiguo convento de San Felipe. Este pequeño templo se ampliará posteriormente ocupando la plaza situada frente al edificio. Las obras de restauración comenzaron hace más de dos años. Los equipos técnicos tuvieron que actuar en las cubiertas, las estructuras de madera, las cúpulas y las vidrieras. Desde febrero de 2001 un equipo de nueve restauradores de la empresa granadina Tarma trabaja en las pinturas del interior de la iglesia y en los murales de la fachada.

Hace unas semanas también llegó hasta Málaga un grupo de canteros para restaurar las piedras de las tres portadas de San Felipe Neri, la central y las dos laterales. 'Hemos fijado y limpiado los dorados de la cúpula y los adornos del techo', comenta el restaurador Francisco Naranjo. 'La fachada tenía varias capas de cal y pintura plástica. A raíz de las labores en las cubiertas se descubrieron las pinturas de las torres y las fachadas laterales y se amplió el proyecto de actuación', asevera Naranjo.

Desde las 8.00 hasta las 18.00, Naranjo y otros compañeros devuelven a la iglesia los colores que la vistieron hace más de tres siglos. La parte más antigua tiene dibujos geométricos, imitando azulejos mudéjares. El amarillo, el rojo, el azul y el negro componen figuras planas y sin sombras. En la ampliación se encuentran pinturas del siglo XVIII, que representan arquitectura fingida, columnas y frisos acompañados de elementos naturalistas como niños en la base de las torres.

Beatriz Prado, licenciada en Bellas Artes, se pasa horas subida en los andamios y con su mono y sus manos llenos de pintura. 'Hay casas e iglesias muy bonitas en Málaga que no se restauran. Parece que, a veces, prefieren tirarlas que recuperarlas', opina Prado. 'La ciudad de Málaga no tiene grandes obras, pero las casas solían estar decoradas supliendo la falta de materiales nobles. Esto es una particularidad que se debería de conservar', añade.

María del Mar López es cantera. En una escuela taller de su ciudad natal, Jaén, aprendió el arte de tallar la piedra y hoy participa en las labores de restauración de San Felipe Neri. 'Consolidamos, hacemos juntas, ponemos piezas nuevas... Es un trabajo muy minucioso y, además, no sabes lo que te vas a encontrar bajo la cal', afirma López.

Éstas son algunas de las complejas labores que realizan estos equipos de restauración y que se prevé que finalicen para este verano. En la iglesia del Carmen, situada en pleno barrio del Perchel malagueño, se han invertido ya 505.000 euros. En otras dos iglesias de la capital malagueña comenzarán las obras durante este año. 'No es que este patrimonio estuviera totalmente abandonado, pero sí que no se le ha prestado atención durante años a los trabajos de mantenimiento de cubiertas', dice la delegada de Cultura de la Junta, Rosario Torres. 'Esto ha provocado daños en las estructuras y los tejados', añade. La colaboración entre la Iglesia y las administraciones ha resultado vital para conservar la memoria histórica y religiosa de un pueblo.