El alcalde de Madrid pone su cuenta restringida bajo control de la oposición

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, del PP, desnudó ayer ante la oposición el uso de su cuenta restringida. El regidor ya sigue la norma común: recibe el dinero para gastos, pero luego tiene que justificarlos. Tanto el interventor como la oposición han empezado ya a conocer al detalle esta información. Justo cuando el Tribunal de Cuentas ha citado a Álvarez del Manzano para el 12 de abril para notificarle si debe devolver parte de los 361.000 euros que gastó entre 1991 y 1999 de esa cuenta restringida.

Los 54.000 euros que Álvarez del Manzano gastó anualmente, con cargo a su cuenta restringida, entre 1991 y 1999 tendrá su veredicto dentro de 18 días. El Tribunal de Cuentas ha citado para el 12 de abril a los representantes legales del alcalde, de su jefe de gabinete y del Ayuntamiento para que asistan 'a la práctica de la liquidación provisional' del alcance de ese gasto (supuesto perjuicio ocasionado a las arcas públicas por un gasto indebido). Ese día verá la luz el informe sobre el uso de la polémica cuenta, después de que el PSOE le denunciara hace dos años por un presunto gasto ilegal de más de 265.000 euros.

El concejal de Hacienda, Pedro Bujidos, y la oposición vaticinan distinto resultado. Mientras el responsable de la tesorería municipal afirma que no se puede 'prejuzgar nada' y que la liquidación del Tribunal de Cuentas podría concluir que que el alcalde no debe reintegrar ni un euro, la concejal socialista que impulsó esta denuncia, Ruth Porta, hace una lectura opuesta: 'El alcalde debe devolver dinero, aunque aún se desconoce cuánto y las razones del tribunal para ilegalizar el gasto que exigirá reintegrar'.

Porta vio 'una velada amenaza de posible exculpacion del alcalde' cuando Bujidos comunicó a la prensa la citación del Tribunal de Cuentas en estos términos: 'El tribunal dará la razón a quien la tiene y se verá la tremenda injusticia del PSOE con el alcalde'. Un comentario que inquietó a la concejal socialista. 'En primer lugar, porque hemos acudido al Tribunal de Cuentas y no estaba disponible la liquidacion. Si Bujidos tiene ya la información, no la ha extraído del expediente a disposición de la parte demandante, el PSOE. En segundo lugar, si hacer viajes privados con fondos públicos, si pagar gastos de un familiar con fondos públicos, si conceder ayudas o subvenciones públicas arbitrariamente y directamente vinculadas a intereses personales, no constituye alcance, y por tanto obligación de devolver a los ciudadanos su dinero, este país ha entrado en una pendiente propia del régimen anterior, en el que la ley no se aplica igual a todos'.

'De las actuaciones realizadas por el tribunal', añadió Porta para cimentar su vaticinio, 'sorprende que el jefe de gabinete se permita afirmar, en contra de los informes del departamento de Protocolo, que el viaje del matrimonio Manzano a Badajoz, para la boda del hijo de Luis Ramallo, era un viaje oficial, y que diga lo mismo del viaje del alcalde a Jarandilla para ser nombrado caballero de Yuste'.

Bujidos sostiene que el gasto del alcalde siempre ha estado fiscalizado. Argumenta que antes el dinero se le daba al alcalde de una vez y 'en firme' (justificación a priori), y ahora lo recibirá trimestralmente y condicionado a que posteriormente justifique los gastos. Tanto el interventor, que también recomendó al primer edil que justificase sus gastos, como la oposición conocerán a partir de ahora al detalle el uso de esta cuenta, facultad que ya estrenaron PSOE e IU.

Esta novedad es para Ruth Porta algo más que una mejora. 'Cambia sustancialmente el sistema. Es fiscalizado de acuerdo con el procedimiento general del Ayuntamiento, equiparándose el alcalde al resto de funcionarios y concejales. Deja de ser un fondo reservado. Dejan de concederse ayudas arbitrarias, limitándose a donativos en acontecimientos específicos. Su esposa ya no viaja con fondos públicos. Si se hubiesen aplicado estos criterios en los últimos diez años, los madrileños habríamos ahorrado 240.000 euros'.