El sector del taxi condiciona la huelga a negociar con la Generalitat

El presidente del Sindicato del Taxi de Cataluña (STAC), Miguel Tomás, anunció ayer que los afiliados a esta entidad están dispuestos a aplazar la huelga en el sector convocada para el 1 de abril si la Generalitat se compromete por escrito a negociar la elaboración del anteproyecto de la Ley del Taxi. Tomás denunció que la Generalitat no había negociado la propuesta de ley, a la que calificó de 'ley de laboratorio y discutida en los despachos'. Una portavoz del Departamento de Política Territorial rechazó la interpretación del sindicato del taxi y aseguró que la Generalitat ha buscado el consenso 'desde el primer momento', cuando empezó a elaborarse el proyecto, hace un año aproximadamente.

El director general de Puertos y Transportes, Enric Ticó, se reunirá hoy con una delegación de representantes del sector del taxi de toda Cataluña para abordar la situación creada desde que se anunció la convocatoria de la mencionada huelga.

Uno de los puntos más conflictivos del anteproyecto de ley prevé la posibilidad de que tanto personas físicas como jurídicas puedan comprar licencias, lo cual podría suponer el fin de modelo del sector basado en trabajadores autónomos -el 98% de los taxistas en Cataluña son autónomos-, y transformarlo en un modelo de flotas.

El STAC considera que ese es un modelo de taxi 'tercermundista' que significa un retroceso de 25 años. En opinión del sindicato de los taxistas, la Generalitat está sufriendo 'presiones económicas o políticas de alguien que quiere entrar en el sector' para transformarlo en un modelo empresarial de flota. Tomás cree que el modelo que promueve la Generalitat sería un 'chollo' para los empresarios, que obtendrían cuantiosos beneficios.

Otros artículos criticados del anteproyecto de ley son las licencias temporales durante unos meses y, sobre todo, el taxi compartido, que consiste en que usuarios desconocidos entre sí utilicen un mismo vehículo.

15.000 taxis

Cataluña cuenta con 14.915 taxistas, de los que 10.500 pertenecen a Barcelona. El anteproyecto establece también que existan 2,4 licencias de taxi por cada 1.000 habitantes, lo cual significaría duplicar el número de taxistas en Girona, Lleida y Tarragona, mientras que en Barcelona ya existen 3,4 licencias por cada 1.000 habitantes.

No todo el sector del taxi está en contra del texto del anteproyecto. Por ejemplo, el denominado Grupo de Taxistas Independientes, un centenar de taxistas que operan en el aeropuerto barcelonés de El Prat, está a favor de la normativa propuesta y en contra del paro convocado por el STAC.

El Partido Popular de Cataluña se pronunció ayer en contra del texto porque no había sido negociado con el sector, sino 'pactado con Esquerra Republicana de Cataluña'.