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Un médico trató de ántrax a uno de los terroristas del 11 de septiembre

El testimonio de un doctor de Florida que, sin saberlo, trató en junio a un piloto suicida con síntomas de ántrax cutáneo (carbunco), y la confirmación posterior de ese diagnóstico realizada por un panel de expertos médicos, han reabierto la investigación sobre el posible vínculo entre los atentados con ántrax y los del 11 de septiembre. La portavoz del FBI en Miami, Judy Orihuela, dijo ayer a este diario que no han descartado la autoría de los terroristas, pero tampoco han encontrado trazas de la bacteria en los apartamentos en los que residieron en esta zona.

En los últimos meses, el FBI se inclinaba por la hipótesis de un atentado doméstico, probablemente perpetrado por un científico o alguien con acceso a un laboratorio especializado. Pero la oleada de atentados con ántrax, que se ha cobrado varias vidas, sigue siendo un misterio y se ha prestado a todo tipo de especulaciones, incluidas teorías conspiratorias que achacan los ataques a alguien conectado con experimentos secretos del Gobierno al que no pueden destapar aunque le hayan identificado. Oficialmente, todos los frentes de la investigación siguen abiertos.

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Gráfico animado:: Las claves del ántrax

En junio del año pasado, el terrorista suicida Ahmed Alhaznawi fue al hospital Holy Cross de Fort Lauderdale (norte de Miami) con una herida en la pierna que, según él, se había hecho al darse un golpe con un maletín. El doctor que le trató, Christos Tsonas, le limpió la lesión y le mandó un antibiótico y se olvidó del caso, hasta que en octubre le visitó el FBI. Cuando los agentes le mostraron las fotos de Alhaznawi y de su acompañante, Ziad al Jarra (ambos iban en el avión que se estrelló en Pensilvania), inmediatamente les reconoció. Y al revisar sus notas se dio cuenta de que la lesión era 'consistente' con ántrax cutáneo.

'Sería demasiada casualidad', ha declarado Tsonas al rotativo The New York Times, refiriéndose a que los suicidas vivieron a pocos kilómetros de donde apareció el primer caso de ántrax a principios de octubre. Fue en la empresa editorial American Media, en la ciudad de Boca Ratón. Un editor de fotografía murió fulminantemente; su esposa era la agente de bienes raíces que alquiló el apartamento a un grupo de los terroristas.

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