Arzalluz cree que ilegalizar Batasuna es el preludio del 'estado de excepción' en Euskadi

El enfrentamiento político está servido. La aprobación ayer por el Gobierno del anteproyecto de ley de partidos políticos, una norma destinada, en principio, a ilegalizar Batasuna, fue interpretada por el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, como la antesala a los 'estados de excepción' en el País Vasco. El proyecto sirvió también para evidenciar las diferencias entre los tres aspirantes a liderar, desde hoy, el socialismo vasco. Sólo el alcalde de Ermua, Carlos Totorica, respaldó totalmente la medida, mientras Patxi López, Gemma Zabaleta y el presidente de la Gestora, Ramón Jáuregui, expresaron su prevención en distintos grados. Zapatero destacó que estamos ante un anteproyecto y engarzó su redacción final a la Constitución.

La dirección del PSOE promoverá el máximo consenso y que se cumpla la Constitución

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, aseguró ayer que el anteproyecto de ley de partidos, que posibilitará ilegalizar a Batasuna, conducirá a 'estados de excepción'. Algo, subrayó, 'que ya vimos en otros tiempos y que no sólo vimos, sino que medimos su eficacia'. Arzalluz considera que la ilegalización no le 'importa mucho' a Batasuna, que 'incluso tal vez les dé más votos'. El presidente del PNV subrayó que 'en ningún sitio y en ninguna ley' se contempla ilegalizar un partido 'simplemente por no condenar, que es un tema feo ética y estéticamente', pero no es, a su juicio, suficiente como para ilegalizarlo.

En el mismo sentido, aunque en tono más mesurado, se expresó el presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa. 'No hay que dejarse arrastrar por la tensión, la angustia y la tristeza que estamos viviendo', dijo en referencia al asesinato del concejal socialista de Orio sino 'mantener la serenidad y la prudencia'.

El presidente de la Gestora del PSE, Ramón Jáuregui, también alertó contra las medidas que se adoptan 'al calor de una noche dramática'. Junto a Jáuregui, dirigentes socialistas del País Vasco encabezados por sus tres candidatos a la secretaría general expresaron posiciones diferentes sobre la conveniencia y eficacia política de la ilegalización de Batasuna como fruto de esta reforma legal.

Consultas con todos

La dirección del PSOE no da aún especial importancia a estas discrepancias pues considera que el anteproyecto es sólo eso, es decir, es un texto está abierto a 'un periodo de consultas con todos los partidos para que la reforma se acomode exquisitamente a la Constitución'. Así lo destacó el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. Éste defendió el fondo político de la iniciativa: 'Creo que hay una legitimidad moral, incluso una obligación constitucional, de poner límites, siempre que ese marco jurídico tenga todas las garantías constitucionales', aseguró al defender la 'predisposición favorable' del PSOE a esta reforma legal, que 'estudiarán a fondo'.

Pero lo cierto es que ayer los candidatos a liderar el PSE expresaron posiciones diferentes. Carlos Totorica, alcalde de Ermua, fue el único en mostrarse muy a favor del proyecto como 'medida de higiene de este país'. También de forma muy clara, pero en sentido contrario, se manifestó otra candidata, Gemma Zabaleta. 'Creo que la ilegalización de Batasuna perjudica el camino de la paz'. Para esta candidata, Batasuna está ya 'excluida' de la democracia al no condenar los atentados. En el punto medio, el otro candidato, Patxi López, avanzó que estudiará el proyecto. A continuación, señaló la necesidad de utilizar instrumentos legales para que ETA no tenga oxígeno: 'porque en democracia no puede haber resortes que den amparo al terrorismo'.

Los tres candidatos, como el conjunto del PSE y el PSOE, consideran que la clave para combatir el terrorismo es la unidad de los partidos. Y eso es lo que ayer destacó el portavoz parlamentario, Jesús Caldera. Anunció que mantendrá una ronda de reuniones con todos los grupos de la Cámara para conocer su opinión y escuchar sus sugerencias. Les dirá que 'no se puede entender que un partido disfrute de prerrogativas y de beneficios en nombre de los ciudadanos y que los utilice para fomentar el odio o la violencia o para cooperar con las acciones de la banda terrorista'. Pero buscará el consenso.

Antes de que el Gobierno, por un lado, y el PSOE, por otro, comiencen sus conversaciones con otros grupos de oposición, ya se conocen las muchas cautelas y rechazos que esta medida ha desatado. Cautelas desde Coalición Canaria y Convergència i Unió, y rechazo radical por parte de Izquierda Unida y de los partidos de la izquierda nacionalista.

El portavoz parlamentario de CiU, Xavier Trias, dijo que su grupo estudiará 'con calma, a fondo y con mucho interés'. Trias adelantó que CiU defenderá que 'haya una solución de consenso en la que esté el PNV'.

Mucho tiene que cambiar el proyecto para que IU participe del consenso. Su coordinador general, Gaspar Llamazares, considera que la ilegalización de Batasuna puede tener un efecto contraproducente como es el 'fortalecimiento de ETA'. Los demás representantes de los nacionalistas en el Congreso de los Diputados, Eusko Alkartasuna, BNG, Esquerra Republicana de Catalunya o IC (Iniciativa per Catalunya) también rechazaron categóricamente el proyecto.

Desde Pamplona, Arnaldo Otegi, portavoz de la Mesa Nacional de Batasuna, calificó la voluntad de ilegalizar a su grupo como un intento de 'instalar' Euskadi 'en la guerra permanente'. Otegi retó a los promotores de la iniciativa: '¿Alguien piensa de verdad que dejar fuera de la ley, española evidentemente, a un sector popular que cuenta al menos con el apoyo explícito de 200.000 vascos va a alcanzar qué objetivo?'. Y se contestó: 'ni lo pudieron hacer con Franco, ni lo van a poder hacer ahora'.

El anteproyecto deberá contar con un informe favorable de la comisión de estudios del Poder Judicial. Ayer, adelantándose a ese informe, el portavoz del CGPJ ya calificó de 'positivo' el proyecto pues permite ilegalizar un partido no sólo por su ideario sino 'por la actitud de sus dirigentes'.