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Columna
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Una cortina de humo

El grupo parlamentario del PP en las Cortes Valencianas ha vuelto a tender una cortina de humo para evitar dar explicaciones sobre la primera condena a cárcel a un ex consejero de la Generalitat. Su portavoz, Alejandro Font de Mora (por una vez, el menos irresponsable de esta farsa), ha vuelto a prestarse a ser la marioneta de Presidencia que, Canal 9 mediante, precisaba un dique de contención a las exigencias del PSPV y Esquerra Unida para que una comisión parlamentaria investigara la vida y milagros políticos de Luis Fernando Cartagena. Exigido por el aparato de propaganda del PP, Font de Mora improvisó una respuesta de aliño sin caer en la cuenta de que, escapando del fuego, caía en las brasas. El portavoz se avino a la comisión de investigación, condicionada a la etapa de Cartagena como alcalde de Orihuela y a la presencia en la misma de Joan Lerma, Eugenio Burriel y Andrés García Reche (Rafael Blasco, al parecer, nunca fue consejero de Obras Públicas porque, como todo el PP sabe, nació para la política de la mano de Eduardo Zaplana). Dicho de otra manera: Font de Mora aceptó una comisión de investigación sobre la gestión urbanística de Cartagena en Orihuela durante la etapa en que el PSOE (Blasco al margen, claro está) estuvo en el Consell.

La propuesta tiene su aquél, porque no está muy claro qué tiene que ver la desaparición del dinero de unas monjas con el urbanismo. Pero su interés está fuera de toda duda. El PP, por boca de su portavoz parlamentario, acepta investigar la gestión del suelo en la Vega Baja Sicilia, capital Palermo (perdón, Orihuela), durante el periodo en que su ex consejero fue el alcalde de la capital de aquella comarca. Tanta generosidad política enternece y sólo merece aplausos y felicitaciones, que aún serían mayores si en lugar de reducir la investigación al término municipal orcelitano se ampliara a todos los ayuntamientos de la Vega Baja y la etapa a rastrear se ampliara hasta la actualidad. Así, tal vez, conoceríamos la cantidad exacta de centenares de miles de metros cuadrados de suelo que han sido recalificados e, incluso, si alguien ha cobrado comisiones por agilizar según qué trámites. Si eso es lo que pretende el PP -el PSPV ya ha dicho que adelante- que no le quepa duda de que serán muchos los ciudadanos que se lo agradecerán.

Hay motivos, sin embargo, para desconfiar de esta voluntad de ir al fondo de las cosas caiga quien caiga. El PP ha utilizado las Cortes Valencianas en demasiadas ocasiones para practicar el escapismo político y hacer oposición a la oposición. ¿Habrá que recordar la comisión, aprobada en pleno, que debía investigar la denuncia de un ex alcalde de Alaquàs contra Joan Ignasi Pla y de la que nunca más se ha sabido? Pues ahora más de lo mismo. A Font de Mora le han empujado a tender una cortina de humo y se ha metido en un jardín del que ya veremos cómo sale porque el PP, más que nadie, es el primero en mirar para otro lado cuando de la Vega Baja y de urbanismo se trata. Con estos antecedentes no parece aventurado afirmar que no habrá comisión sobre Cartagena; pero será porque al PP no le interesa lo más mínimo.

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