Clos exige a Pujol que garantice el suministro de agua a Barcelona

'El intento de extraer 1.050 hectómetros cúbicos del Ebro es injusto y abusivo'. Lo dijo ayer en el pleno municipal de Barcelona Josep Ignasi Cuervo, teniente de alcalde, antes de rechazar el Plan Hidrológico Nacional (PHN). Respondía a una pregunta de CiU. Para que no quedaran dudas, Clos remató la cuestión: las soluciones para Barcelona, dijo, son el minitrasvase y el Ródano. También exigió al Gobierno catalán que garantice el suministro de agua a la ciudad.

Joan Puigdollers, presidente del grupo de CiU, preguntó por la opinión del alcalde sobre el Plan Hidrológico Nacional. Le respondió Josep Ignasi Cuervo y dejó claro que el Gobierno municipal rechaza el trasvase. Puigdollers insistió. Y Clos, tras hacerse de rogar, le replicó con infrecuente dureza: 'Usted me pide que explique cómo debe abastecerse Barcelona para tapar que los responsables de ello son Jordi Pujol y Artur Mas', dijo. Y ya no paró: 'Barcelona paga un canon para garantizar el suministro que ha supuesto mucho dinero para el Gobierno catalán, sin que se vea en qué se lo han gastado'.

Y para que no quedaran dudas: 'Estoy totalmente en contra del Plan Hidrológico Nacional. Mi opinión personal es que las soluciones para Barcelona deben proceder de las cuencas internas, de las desaladoras, del minitrasvase y del Ródano'.

No acabó ahí. Clos recordó a Puigdollers que el Gobierno de CiU permite que se desperdicie el agua en agricultura sin haberse atrevido a establecer el canon agrícola para no enemistarse con el campesinado en época electoral. Finalmente, Cuervo invitó a Puigdollers a llevar el debate a la Agencia Catalana del Agua (dependiente del Gobierno catalán).

El resto del pleno sirvió para diversos trámites: consolidar la venta de la participación municipal en El Triangle, en la plaza de Catalunya; aprobar la inversión en el futuro palacio de congresos; ultimar la configuración del hotel de Miramar y de los jardines que lo rodearán (ICV se alineó en esto con la oposición); la cesión de la Avenida de la Luz a Ferrocarrils de la Generalitat, y la creación de la Agencia de la Salud Pública de Barcelona, de acuerdo con lo previsto en la Carta Municipal. Una propuesta del PP para modificar el trazado del tranvía en Les Corts fue desestimada. Xavier Casas adujo que suponía un trazado más largo y caro.

Fue un pleno soporífero, apenas amenizado por momentos de suave tensión: la oposición (CiU y el PP) se negó a intervenir en el debate sobre inversiones en el Eixample, alegando falta de información. El texto que les habían dado decía: 'Se han obtenido xx solares, con una superficie de xx m2, destinados a equipamientos, y xx m2 destinados a jardines públicos'. Joana Ortega (CiU) lo calificó de 'tomadura de pelo', y Santiago Fisas (PP), de desconsideración.

El resto de los asuntos no movió a pasión. Baste un ejemplo: hasta el último de los ruegos, la discusión más alzada de tono se produjo entre CiU y el PP. Fue sobre el convenio que convierte a Barcelona en titular de la Ronda Litoral. Tras la polémica, el punto fue aprobado por unanimidad.