El Depor destroza la quiniela

El desliz del Deportivo ante el Bayer Leverkusen ha ensombrecido el pleno español en la Liga de Campeones. Todo apuntaba a una reedición de 2000, cuando el Madrid y el Valencia disputaron la primera final entre dos equipos del mismo país. Tras el triunfo del Barcelona en Estambul, de nuevo aparecían tres escuadras españolas en los cuartos de final y otra vez se había ganado por aplastamiento la vieja disputa ideológica con los italianos. Pero al Deportivo le dio por ser hospitalario con el Leverkusen y perdió el liderato de su grupo. Y en su penitencia arrastra al Madrid y el Barcelona, que sí quedaron primeros y estarán en otro bombo en el sorteo de hoy, en Nyón (Suiza), con grandes posibilidades de un duelo español. Nadie lo quiere, pero la probabilidad es del 66,66%. Si el Madrid y el Barcelona se escapan del Deportivo, hasta podría irles peor y tocarles el Bayern Munich, el campeón vigente.

A la UEFA, interesada en que el torneo se siga en el mayor número de países, no le debió de gustar nada la final española de hace dos años. Y, como la tendencia de los equipos de nuestra Liga a acaparar los puestos de honor se repitió el curso pasado, para esta ocasión ha cambiado las normas: ahora ya se admite un enfrentamiento entre dos equipos del mismo país en los cuartos. Permanece vigente, sin embargo, la prohibición de que se crucen dos conjuntos que se enfrentaron en la segunda fase.

El Deportivo entrará en el bombo de los segundos y sólo en una de las tres posibles combinaciones se librará del duelo nacional: su única opción, aparte del Madrid y el Barcelona, es un Manchester con ganas de revancha tras haber caído dos veces frente a él en esta campaña. Ante semejante menú, ni el técnico, Javier Irureta, tan aficionado a las cábalas, se ha atrevido a mostrar predilecciones. Pero el fallo del Deportivo ha estropeado además los cálculos de blancos y azulgrana, que seguramente habrían preferido un rival como el Leverkusen o incluso el Arsenal, eliminado en parte por la derrota gallega.

Para el Madrid las opciones se han complicado sobre todo porque dos de los tres posibles adversarios evocan fantasmas: el Deportivo, con la puñalada todavía caliente que le asestó en la Copa, y el Bayern Múnich, histórica bestia negra suya, que le eliminó la temporada pasada en las semifinales tomándose la revancha de la campaña anterior, la de la Octava. De ahí que varios jugadores mostrasen ayer su preferencia por el otro posible rival, el Liverpool. Vicente del Bosque sólo ha dicho que no quiere al Deportivo, pero no 'por miedo', sino por el bien del fútbol español.

En Barcelona no se andan con tantos miramientos. Rivaldo confesó que desea evitar al Deportivo simplemente porque lo considera el más difícil. Cierto que el club no tiene muchas dudas en sus preferencias: el Panathinaikos, el más débil de los ocho equipos que siguen en la competición, el chollo con el que sueñan también el Manchester y el Leverkusen. La tercera opción es el Bayern Munich, que Abelardo preferiría incluso al Deportivo.

El desplome de los italianos por segundo año consecutivo ha deparado unos cuartos de final semejantes a los del anterior. De nuevo hay un solo intruso en el dominio de españoles, ingleses y alemanes: se ha pasado de Turquía, del Galatasaray, a Grecia. Por lo demás, Alemania gana un equipo -dos en esta ocasión- que pierde Inglaterra -el año pasado igualó a España al situar tres en la fase decisiva-. Con las nuevas normas para el sorteo de los cuartos y con la circunstancia añadida de que alemanes e ingleses estarán en bombos distintos -el Manchester y el Leverkusen ganaron sus grupos y el Liverpool y el Bayern fueron segundos-, todo parece encaminado a unos cuartos de final pródigos en querellas locales.