¿Y la sanidad?

Lo más importante de este país es el botellón. Se hacen programas de televisión, de radio, páginas enteras en la prensa, etcétera. Y, por el contrario, no somos conscientes, porque ahora no está de moda, de cómo anda la sanidad.

La verdad es que es triste, muy triste, y aquí va un ejemplo: a mi hija de 13 años, después de varias consultas, el pediatra del centro de salud Las Águilas, por su constante malestar de tripa, se decide a mandarle una ecografía. Para la misma hay que ir a otro centro de especialidades, en la avenida de Portugal, a que te den número; me dan el 393, espero como tres horas hasta que me atiende la señorita de la ventanilla: la fecha de la ecografía abdominal me la dan para el 23-5-2002, es decir, a fecha de hoy, dentro de dos meses y 13 días, por lo que, ante mi incredulidad, la señorita de ventanilla me recomienda ir a urgencias.

Pero ahora vende más el botellón, y la ley seca con la que pretenden arreglar el problema; esto es una vergüenza, pero tenemos lo que merecemos, ¿o no? A ellos siempre les quedarán sus chalés en La Moraleja para beber y los Ruber y compañía para que les hagan todas las ecografías del mundo. A lo mejor, todo se arregla con la reválida. A lo mejor.