El 'pitbull' que causó la pérdida de los brazos a un hombre de 82 años está sin censar
El pitbull que el pasado fin de semana atacó a un hombre de 82 años en Gijón (Asturias), al que fue necesario amputarle ambos brazos a causa de las gravísimas desgarraduras sufridas, no está censado, como es obligatorio. El perro no figura ni en el censo municipal de Animales Potencialmente Peligrosos, como exige el Real Decreto de 23 de diciembre de 1999, ni en el de animales de compañía. Según el concejal socialista Manuel Faustino García, el Ayuntamiento gijonés tampoco tiene conocimiento de los otros dos ejemplares de la misma raza que poseee su propietario, J. N.M.M., de 42 años, en la finca de La Coría (Ceares), en el área rural de Gijón donde se produjo el ataque.
El herido, Gumersindo Álvarez Fano, trabajador jubilado de la empresa siderúrgica Aceralia, permanecía anoche en estado muy grave en el Hospital Central de Asturias, en Oviedo, aunque evolucionaba de forma favorable, informaron ayer fuentes sanitarias. El paciente se encuentra en el servicio de reanimación, está sedado, precisa ventilación mecánica y aún desconoce las graves amputaciones sufridas. El perro, un ejemplar de cuatro años, fue incautado ayer por la Policía Local de Gijón y trasladado a la perrera municipal, donde permanecerá a la espera de lo que decida la autoridad judicial.
Dentelladas en el jardín
El pitbull saltó el cierre de la finca en la que se hallaba en libertad y se introdujo en la colidante, propiedad de la víctima, a quien atacó a dentelladas cuando éste segaba el jardín de su casa. El perro ya había sido denunciado por otro vecino de la zona a causa de una mordedura en un brazo; el Ayuntamiento nunca tuvo conocimiento de tal hecho, aseguró ayer el edil.
La esposa del herido, Amelia Canal, asegura que su marido ya había advertido al propietario del animal de que no deseaba que tuviese sueltos a sus perros. Varios vecinos aseveran que los animales habían protagonizado fugas anteriores. Su propietario aseguró, por el contrario, que los perros están habitualmente encerrados y que el que causó la agresión se escapó cuando uno de sus dos hijos fue a darle de comer.
El Principado de Asturias carece de una ley propia y específica sobre protección, vigilancia y control de animales domésticos y de compañía. El Real Decreto de diciembre de 1999, invita a las autonomías a legislar sobre el particular sin carácter obligatorio. Luis Luque, de la Fundación Altarriba, defensora de los derechos de los animales, señaló ayer que 'en la práctica no se está haciendo nada, la realidad es que este tipo de perros no se registran'. Carolina Pinedo, de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid, añadió: 'Existen leyes pero no mecanismos de control, ni siquiera dirigidos a los criaderos de estos animales'.
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