Sanz fracasa en su intento de dar cobertura legal al impuesto de hidrocarburos

El Gobierno navarro ha fracasado en su primer intento para dar una cobertura legal siquiera transitoria al cobro en la comunidad foral del nuevo impuesto sobre hidrocarburos, que grava con 0,02 euros el litro de combustible. Navarra sigue, por tanto, sin la menor cobertura legal de un impuesto que las petroleras cobran desde el inicio del año a los automovilistas.

El departamento foral de Economía y Hacienda presentó días atrás una enmienda a un proyecto de ley de medidas tributarias para aplicar en Navarra la normativa estatal, vigente desde el 1 de enero, mientras la Cámara de Pamplona no regule su aplicación, tal y como exigió el Consejo de Navarra en un reciente dictamen. Sin embargo, los votos de UPN y CDN empataron con los del resto de la oposición y la iniciativa fue rechazada por el pleno del Legislativo. La intención de Economía era establecer un amparo legal transitorio mientras las comisiones técnicas de Navarra y el Estado negocian los puntos de conexión del nuevo impuesto dentro del Convenio Económico, cuya negociación de actualización se acaba de iniciar. Una vez aclarado el reparto de la tarta del nuevo gravamen e incorporado al Convenio, el Parlamento navarro debería aprobar ley propia de regulación del mismo.

No obstante, el Ejecutivo de Miguel Sanz tendrá que luchar mucho para convencer a la oposición no ya de la obligatoriedad de aplicar el impuesto, extremo rechazado por el Consejo de Navarra, sino de la propia conveniencia de crear un gravamen así. El dictamen consultivo del Consejo dejó claro que el impuesto 'no rige en Navarra' y que 'la neutralidad y la unidad de mercado no exigen ineludiblemente' su extensión a la comunidad foral. El mismo dictamen añadió que la creación de un impuesto similar es potestad soberana de Navarra, que podría pactar la distribución de competencias en la reforma del Convenio.

Izquierda Unida, que pidió el dictamen, estima que no se debe aplicar el impuesto estatal porque supondría un incremento de la presión fiscal indirecta.

¿Y cuál ha sido la respuesta del Gobierno foral tras el rechazol? Sanz estima que 'no es una cuestión de fuero o de competencias'. 'Puede ocurrir que mientras el usuario está ya pagando las cuatro pesetas, el promotor no tendría que pagar el impuesto en Navarra sobre la gasolina vendida', agrega. Sus socios de CDN lo ven igual. 'Se quiera o no se quiera', indica Juan Cruz Alli, 'este impuesto rige en España y hay que adaptarlo a Navarra'. Los socialistas rechazan de momento la forma en que se ha intentado legalizar temporalmente la situación.