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'¡Mayday!, ¡mayday!, ¡hijack!, ¡hijack!'

Miguel González

El pasado 18 de enero, el Consejo de Ministros, a propuesta de los departamentos de Defensa y Fomento, aprobó el nuevo Reglamento de Circulación Aérea. Una de sus secciones, la 2.3.8.2., está dedicada a los 'procedimientos y maniobras de interceptación de aeronaves civiles'.

Pese a los cuatro meses que ya habían transcurrido desde los ataques contra EE UU, el nuevo reglamento reproduce en este tema el texto de 1992 sin ninguna modificación. Fuentes gubernamentales indicaron que cualquier cambio al respecto debe basarse en las directrices de la Organización de Aviación Civil Internacional, que los países miembros están obligados a incorporar a su legislación interna, salvo que justifiquen una excepción.

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El reglamento advierte de que 'la interceptación de aeronaves civiles [por aviones militares] representa en todos los casos un peligro posible' por lo que lo considera un 'último recurso' y obliga a adoptar máximas precauciones. El caza, por ejemplo, deberá 'evitar volar tan cerca de la nave interceptada que pueda haber peligro de colisión y evitar cruzar la trayectoria de vuelo o ejecutar cualquier otra maniobra de tal modo que la estela turbulenta pueda ser peligrosa'.

El objetivo es identificar y ponerse en contacto con el piloto de la aeronave interceptada, a través de la frecuencia de emergencia 121,5 MHz o mediante señales visuales, para indicarle que vuelva a su ruta, si se ha desviado de ella, o aterrice en un aeropuerto próximo.

En el listado de términos ingleses convenidos para la comunicación entre el piloto civil y el militar figuran las palabras 'mayday', que el decreto traduce por 'estoy en peligro', y 'hijack', por 'he sido objeto de apoderamiento ilícito'. El propio reglamento advierte de que, 'según las circunstancias, no siempre será posible o conveniente utilizar el término hijack'.

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La preocupación por la seguridad de los pasajeros del avión civil lleva a desaconsejar 'el uso de balas trazadoras [que dejan una estela luminosa] para llamar la atención' del piloto interceptado, ya que 'entraña un riesgo'. El Reglamento de Circulación Aérea Operativa, que usan los pilotos militares españoles, también advierte contra la realización de 'ráfagas de aviso'.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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