La Politécnica promueve la movilidad europea con el 'suplemento al Diploma'

'En Inglaterra, la Ingeniería de Telecomunicaciones se llama Electrónica y, al leer el título, me ubicaron como Licenciado en Periodismo, especialidad en multimedia', relata Francisco José Mora, vicerrector de Intercambio Académico de la Universidad Politécnica de Valencia. Para facilitar la 'transparencia, legibilidad y justo reconocimiento' de los títulos universitarios en la Unión Europea, esta Universidad junto con la de Deusto, estrenan en España el Suplemento al Diploma, un anexo al título oficial de 4 páginas de extensión, donde se aclararán los módulos cursados, los objetivos de la titulación así como las prácticas en empresas y los programas de intercambio de cada alumno. Para el vicerrector, esta radiografía del título oficial responde a la 'voluntad' de la Universidad por adaptarse a los objetivos de la Declaración de Bolonia, donde 29 ministros de Educación aceptaron crear un armónico espacio europeo de educación superior, antes de 2010.

'Europa, que había sido el polo educativo del mundo hasta el siglo XX, ha dejado de ser el continente más atractivo en esta última década, porque reproduce un sistema desgajado. El título oficial sólo vale en el país de origen. Para que el ministerio lo valide puede pasar más de un año. Estamos promocionando la movilidad y son todo barreras', recalca.

Para que Europa recobre esa suerte de encanto pedagógico, debería disponer de un único lenguaje educativo en Europa, como el euro. Tal opción exige atesorar las claves de Bolonia: idéntica duración de ciclos formativos, establecimiento del sistema de créditos ECTS (sistema de transferencia de créditos europeos) y valores de puntuación comunes, que permitan una conversión fácil al sistema de calificaciones, como en América, Japón y Australia. 'Europa es un rompecabezas. La misma titulación de Económicas en Italia son tres años y en España cinco, por lo que un licenciado en el primer país, podría optar a un puesto de la administración tipo A en el segundo'.

De acuerdo con Mora, el crisol de carreras europeas saldría impulsado si se hace comprensible: 'No podemos llenarnos la boca con la promoción de la movilidad, arriesgándonos a que a nuestros estudiantes no los contraten. Recuerdo a un inglés que vino con un título de gerente en empresas de apuestas públicas, una diplomatura en su país, que cualquier empresario español valoraría como un mero cursito'.

El Centro de Cálculo de la Universidad ha diseñado la herramienta de los suplementos al Diploma que, a diferencia del título, serán gratuitos. Para evitar falsificaciones se realizará en un papel con textura y medidas especiales, rubricado por el rector.

La Universidad Politécnica de Valencia decidió pilotar la implantación del suplemento, en el año 1996, a propuesta de una comisaria europea, que alentó a la universidad española que registra la mayor tasa de movilidad. Además de abanderar las inversiones en programas de intercambio. La institución invirtió casi 113 millones de pesetas en fondos complementarios para los Programas Erasmus/Sócrates, en el curso 1999-2000, superando en 38 millones a la Universidad Complutense de Madrid, la más numerosa, según el último informe del Ministerio de Educación. Durante este ejercicio, la universidad destinará más de 1.500.000 euros (250 millones de pesetas), que financiarán los programas propios y mixtos. En total participan 1.300 estudiantes de la universidad, que a su vez, recibe a 1.050 extranjeros.

El Suplemento al Diploma repara en otro de los pilares de Bolonia: los créditos ECTS, que ponderan el trabajo real del alumno, en lugar de las horas presenciales. La calificación a través del nuevo sistema se efectuará en términos relativos (la nota en relación con la del conjunto). 'El suplemento también indicará que el alumno ha obtenido un 9, y el porcentaje con la misma calificación', pequeñas tretas armonizadoras que 'voluntariosamente' implantan las universidades para adecuarse al futuro. 'El Consejo de Universidades, del Ministerio de Educación no dice nada. La Conferencia de Rectores utiliza el crédito ECTS, mientras el ministerio continúa con el crédito presencial, pero debería ser el Gobierno quien nos diera la mano, como en Italia, o en los países nórdicos', recrimina Mora. 'La concienciación entre los propios docentes se complica cuando no existe un respaldo institucional detrás', añade.

La cumbre sobre la convergencia de las estructuras de enseñanza superior de Berlín en 2003, a la que asistirán los firmantes de la Declaración de Bolonia, suministrará nuevos datos sobre el grado de aplicación en cada país de los objetivos pactados en 1999.