Alierta da por acabada la etapa de compras 'espectaculares' de Villalonga en Telefónica
El presidente de la operadora apuesta por la prudencia y descarta una fusión con otra europea
El presidente de Telefónica, César Alierta, dejó bien claro ayer que la época de las grandes operaciones de fusión y adquisiciones multimillonarias que caracterizó la gestión de la empresa bajo el anterior presidente, Juan Villalonga, ha tocado a su fin. Telefónica va a concentrarse en un 'crecimiento orgánico' de su negocio del 'día a día', sin plantearse ninguna fusión con un operador europeo ni compras 'espectaculares'. Esa prudencia pasa por renunciar a conseguir una licencia de telefonía móvil multimedia en Francia o el recorte en los proyectos de Italia, Suiza y Austria, concentrando su interés en Alemania.
'Somos prudentes. Vamos paso a paso. Nos gusta la solidez, no la espectacularidad de la primera página de los periódicos'. Esta advertencia resume el espíritu de la gestión de Alierta al frente de Telefónica, en la que lleva camino de cumplir dos años como presidente. En cualquier caso, supone un contraste con la carrera desenfrenada de grandes operaciones (Endemol, Lycos y fusión frustrada con KPN) que presidió el quehacer de su antecesor, Juan Villalonga. Alierta, tras reunirse durante dos días en Sevilla con más de 300 analistas e inversores, considera que, exceptuando a Vodafone, Telefónica es la única operadora del mundo 'verdaderamente internacional', puesto que más del 50% de su negocio proviene del extranjero.
Internacionalización
Esa suficiente internacionalización y el hecho de que muchos de los ex monopolios que compiten con la compañía española sigan estando participados por el Estado quita todo atractivo a fusiones con cualquier operador europeo de menor e igual tamaño. 'Cuando llegué a la presidencia éramos el quinto operador en Europa. Hoy, sólo nos supera Deutsche Telekom', dijo Alierta.
Descartada cualquier fusión, la estrategia de la operadora en Europa pasa por consolidar su posición en Alemania, donde consiguió una licencia de telefonía móvil multimedia (UMTS) y opera con la firma Quam. 'Estamos convencidos de que finalmente sólo existirán tres redes de UMTS, y Telefónica tendrá la mitad de una de ellas', dijo Alierta.
En el resto de Europa las perspectivas son menos halagüeñas. En Francia, ha decidido no pujar por una licencia de UMTS en el nuevo concurso que ha convocado el Gobierno francés. En Italia se reducirán las inversiones, 'y vamos a ver lo que hacemos en Suiza y Austria, que no son mercados muy importantes'.
Alierta puso como ejemplo de las operaciones que está dispuesto a afrontar la compra de la firma mexicana Pegaso, por cuyo 65% Telefónica pagará en efectivo a Sprint, Leap Wireless y otros socios 81 millones de euros, además de asumir otros 933 millones de deuda. Alejandro Burillo Azcárraga mantendrá el 35%, aunque en una posterior ampliación de capital para integrar Pegaso con Telefónica Móviles México reducirá ese porcentaje hasta el 8% o el 10%.
Alierta defendió también la solidez financiera de la empresa y anunció que en los próximos tres años, el crecimiento medio anual de los ingresos será de entre el 8% y el 11%, mientras que el resultado bruto operativo (Ebitda) lo hará entre el 9% y el 12%. El recorte de la inversión y la mayor eficiencia permitirán a la compañía generar hasta 2005 un flujo de caja de 33.000 millones de euros. A la pregunta de si iba a modificar el consejo, Alierta indicó que no tenía previsto introducir 'ahora' cambios. Asimismo, señaló que tampoco habrá más relevos en la dirección.
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