Una granja de Gurb presenta el decimotercer foco de peste porcina clásica en la comarca de Osona
La alarma de la peste porcina clásica ha vuelto a saltar en la comarca de Osona. A pocos días de la autorización del movimiento de animales en la zona de Vic, ha aparecido un nuevo caso de la enfermedad en la explotación de Granollers de la Plana Caramatxel, en Gurb, que cuenta con 4.950 cerdos. El nuevo foco ya está confirmado por el Laboratorio de Referencia de Valdeolmos, en Madrid. A raíz de esta confirmación, ya se han establecido los radios de protección y vigilancia de 3 y 10 kilómetros de la granja afectada.
Este nuevo foco, el decimotercero desde el inicio de la epidemia el pasado 6 de diciembre, obligará a sacrificar la cabaña de la granja así como unos 13.000 animales más de 18 granjas ubicadas en el radio de 1,5 kilómetros que la rodea. La muerte de estos animales de sumará a las 135.413 cabezas de ganado sacrificadas hasta el momento.
Desde los sindicatos agrarios Unió de Pagesos (UP) y Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC), se han mostrado sorprendidos ante el comportamiento del virus. En vez de afectar a granjas próximas, éste está perjudicando a explotaciones dispersas en el territorio. El penúltimo foco aparecido, por ejemplo, había sido en Tona. Pese a esto, los responsables sindicales resuelven que la única directriz es continuar trabajando como hasta ahora aplicando las medidas de bioseguridad previstas para conseguir acabar de una vez por todas con la epidemia.
Sigue la compra pública
Mientras tanto, el Departamento de Agricultura ha recibido ya 358 solicitudes para acogerse a las medidas de mercado (la compra pública del ganado inmovilizado). Estas solicitudes corresponden a 63.977 cerdos de más de 110 kilos y a 26.356 lechones. De estas peticiones, por el momento se ha aceptado la compra de 41.770 y de 17.979, respectivamente.
Por otra parte, sigue también en marcha otra medida establecida para paliar los efectos de la inmovilización de ganado. Se trata del sacrificio de animales mediante el tratamiento térmico para destinar la carne a productos elaborados. 25.300 animales han sido sacrificados con esta finalidad pese a que supone una gran pérdida para los ganaderos, que cobran los animales a mitad del precio de mercado.
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