Acusado de espía
Mosquera afronta una moción de censura por querer grabar una rueda de prensa del PNV
El PNV estaba a punto de dar comienzo a una rueda de prensa en la sede de las Juntas Generales alavesas para criticar una extraña subvención de la Diputación a la asociación universitaria Altube. El juntero Mikel Martínez repartió saludos entre los periodistas, pero vio entre ellos a un cámara que no encajaba allí. Hizo memoria y enseguida cayó: ¿cómo? ¿qué hace un conserje de la Diputación grabando la rueda de prensa? El PNV no daba crédito, pero era cierto. Así que pidió a la presidenta de las Juntas, la socialista Xesqui Castañer, que expulsase de allí al conserje. Así ocurrió. La rueda de prensa pudo retomarse y Pablo Mosquera, diputado de Juventud y Deporte y dirigente de UA, pasó de sufrir un problema a tener dos.
En cuanto al primero, deberá explicar por qué concedió la rocambolesca subvención a Altube. El segundo problema se refiere a la moción de censura que la oposición presentó ayer por el asunto del espionaje. Es la segunda en la historia de las Juntas desde la transición.
Mosquera compareció ayer a petición propia ante las Juntas para explicar los detalles de la subvención. A fines del año pasado, la asociación universitaria Altube, que engloba a casi 4.000 estudiantes alaveses que se desplazan a diario a los campus de Vizcaya y Guipúzcoa en autobús, percibió casi tres millones de pesetas del departamento que dirige Mosquera. El dinero serviría para adquirir material de musculación para uso de los universitarios.
Sin embargo, los aparatos permanecieron entre el 13 de diciembre y el 23 de febrero en la base militar de Araca, a las afueras de Vitoria. Según aclaró Mosquera en comisión, la inexistencia de un local para Altube mientras no finalicen las obras en los bajos del campo de fútbol de Mendizorroza le llevó a ubicar provisionalmente el material en el cuartel. Defendió igualmente que debe entrar dentro de la 'normalidad' que los ciudadanos puedan acceder a los centros militares, aunque asumió no tener datos sobre la asistencia de estudiantes al gimnasio de la base en ese periodo.
Los nacionalistas no admiten las explicaciones. Creen que se trata de un intento de subvención encubierta al Ejército a través de una asociación universitaria cuyos líderes son personas próximas a Mosquera, al que ayer bautizaron irónicamente como 'diputado de Defensa'. El portavoz de EA y antiguo responsable de Cultura, Mikel Mintegi, pidió que se cree una comisión de investigación sobre este asunto. El PSE, partido clave para que la moción pueda prosperar -algo muy improbable-, considera que ésta no es la mejor forma de integrar a los militares en la sociedad.
El asunto de la grabación espía se añade al caso y hace a PNV, EA, IU y Batasuna reafirmarse en su censura. El diputado general, Ramón Rabanera, admite que Mosquera cometió un error al encargar la grabación, aunque cree 'un escándalo' que la moción se deba a ese tema 'con lo que está ocurriendo en el País Vasco'.
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