El Real Alcázar restaura y abre al público dos de sus mejores artesonados mudéjares del siglo XV
Los restauradores han optado por conservar la policromía renacentista
El Real Alcázar de Sevilla abrió ayer al público el dormitorio de Pedro I El Cruel y el mirador de los Reyes Católicos tras la restauración de sus artesonados mudéjares del siglo XV. Un equipo de 10 restauradores ha empleado 15 meses en devolver su policromía original a estos 140 metros cuadrados de maderas nobles ensambladas sin ayuda de un solo clavo. El Alcázar, el quinto monumento más visitado de toda España, ha iniciado con estas dos estancias la recuperación de sus 11 artesonados. 'A pesar de la humedad y las plagas de termitas, la mayor agresión que han sufrido los artesonados fue un repinte de 1904 que ocultó toda su belleza', asegura José María Cabeza, director del conjunto.
'Las restauraciones de estos artesonados son las primeras que se realizan dentro de un proyecto global, que incluye los 11 artesonados que posee el Alcázar. Será un trabajo lento, con sus estudios y diagnósticos previos, ya que estas armaduras tenían sucesivos repintes y en cada caso hay que decidir por cuál se opta', comenta José María Cabeza, director del conjunto que el año pasado recibió más de 1.250.000 visitantes.
El trabajo, dirigido por Constantino Rodríguez e Inmaculada Ramírez, ha contado con un presupuesto de 119.600 euros. El proyecto continuará en julio con la restauración del artesonado de la Saleta de la reina Isabel La Católica, una obra que se prolongará durante nueve meses. Todos los artesonados del palacio están consolidados desde que, a mediados del siglo XIX, una intervención los dotó de una sobreestructura y los liberó de soportar el peso de la cubierta.
El artesonado del dormitorio de Pedro I, de unos 40 metros cuadros repartidos en tres paños y con planta cuadrada, es de principios del siglo XV; mientras que el del mirador tiene unos 90 metros cuadrados y es rectangular. 'El trabajo ha deparado muchas sorpresas, una de ellas es la inscripción religiosa en latín que ha aparecido en un zócalo del techo del mirador. El hallazgo corrobora que este artesonado era el techo de la capilla del palacio de Pedro I del siglo XIV y que cuando los Reyes Católicos lo amplían y contruyen otra planta reutilizan el artesonado que estaba debajo, junto a otros elementos', explica Cabeza.
Durante la rehabilitación, se han descubierto tres decoraciones distintas: la mudéjar del XV, la renacentistas del XVI y los repintes de principios del siglo XX. El equipo que ha trabajado bajo la dirección de Constantino Rodríguez e Inmaculada Ramírez ha optado por la policromía renacentista. 'Es la que tenía más volumen cromático y se encontraba en mejor estado; aunque también se han dejado varios testigos de las pinturas del siglo XV', dice José María Cabeza.
Las dos salas que desde ayer vuelven a estar abiertas al público forman parte del palacio real, el más antiguo de Europa en uso, y su visita se realiza en grupos de 15 personas cada media hora. 'El palacio se abrió en 1998 gracias a un acuerdo entre Patrimonio Nacional y el Patronato del Real Alcázar. Se trata de la casa del Rey, por lo que las visitas son restringidas', concluye Cabeza.
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