El director del Instituto de Toxicología confirma otra muerte de un joven por 'éxtasis' en Andalucía
Los padres de Iván García se personan en la causa abierta por el fallecimiento
El director del Instituto de Toxicología de Sevilla, Manuel Repetto, confirmó ayer 'una muerte por éxtasis en la provincia de Jaén' cuyo informe envió al Juzgado. Esta es la cuarta muerte por pastillas en Andalucía en lo que va de año, frente a nueve fallecidos en la comunidad autónoma y Extremadura durante todo el año 2000. Los padres de uno de los dos jóvenes fallecidos en Málaga el pasado fin de semana, el onubense Iván García, se personaron ayer en la causa en la que se investiga su muerte de su hijo por supuesto consumo de éxtasis tras asistir el sábado a una fiesta en el Palacio de los Deportes.
El comisario de Policía en Jaén, Federico Cabello, comentó ayer que el caso analizado en Toxicología podría corresponder al de un joven de unos 25 años que falleció el pasado 1 de enero por sobredosis. El comisario dijo desconocer si la muerte le sobrevino tras ingerir pastillas de éxtasis u otras drogas de diseño. Sí confirmó que se trataba de un toxicómano habitual y añadió que en su día se le tomaron muestras de vísceras que fueron enviadas al Instituto de Toxicología, informa Ginés Donaire.
Manuel Repetto afirmó que 'en el año 2000 se analizaron más de 300 casos de Andalucía y Extremadura en los que supuestamente la muerte de había producido por consumo de drogas'. El doctor Repetto añadio: 'En unos 200 casos se confirmó que la causa de la muerte habían sido las drogas; de éstos, nueve fueron por pastillas'.
En lo que va de año, al Instituto de Toxicología de Sevilla han llegado ocho casos, cuatro muertes por otras drogas y otras cuatro por pastillas, una en Jaén, las dos de Málaga y la última de Sevilla. 'Hay una muerte confirmada en Jaén por éxtasis, cuyo informe ha salido hoy para el Juzgado', declaró Repetto. 'En este momento las pastillas están empatadas con el resto de drogas que han causado la muerte a estas personas', añadió.
Repetto subrayó que las drogas matan 'no porque estén adulteradas, sino porque son drogas'. 'Los padres no quieren enterarse de que los adulterantes suelen ser inocuos. Esto ocurre por distintas razones, pero esencialmente como una justificación: piensan que su hijo no muere por drogadicto, sino por el veneno que le han echado a la droga que consumía', explicó.
Sobre los síntomas que pueden servir a los padres para detectar si su hijo se droga, Repetto destaca las reacciones anormales de la pupila, 'en algunos casos muy estrechas y en otros muy dilatadas'. Otros síntomas son un nerviosismo permanente y 'el cansancio enorme posterior al fin de semana', concluye.
Por su parte, los padres de Iván García se personaron ayer en la causa en la que se investiga su muerte de su hijo por supuesto consumo de éxtasis tras asistir el sábado a una fiesta en el Palacio de los Deportes de esa ciudad. El letrado de la familia, Juan Rodríguez, aclaró que todavía no van contra nadie, pero que en aquel evento 'hubo una situación de riesgo creada por los organizadores con la tolerancia del Ayuntamiento, que cedió las instalaciones'.
La organización se exculpa con el argumento de que el exceso de aforo se produjo cuando sobre las 3.00 a la policía nacional, desbordada por el aluvión de jóvenes que se agolpaba a la entrada, ordenó abrir las puertas. El letrado de los organizadores, Héctor González, sostiene que fue la decisión de las fuerzas de seguridad la que provocó el exceso de aforo. La capacidad del pabellón es de 8.500 personas y llegó a haber 15.000. El Ayuntamiento sostiene que los organizadores imprimieron 14.000 entradas. González, que el miércoles dijo que se hicieron 11.000, ayer admitió que fueron 14.000, pero que las ventas no superaron las 8.500. El letrado asegura que si se demuestra que se vendieron entradas de más, se devolverá el dinero. González también esgrime que cuando se abrieron las puertas, la entrada masiva de jóvenes impidió a los organizadores realizar los controles previstos. Además entiende que el exceso de aforo puede constituir una infracción administrativa, no penal.
Sobre la muerte de Iván García, de 19 años, y José Joaquín Barragán, de 20, también deslinda cualquier responsabilidad de los organizadores, Daniel Moreno, Francisco José Ceballos y Francisco Gil, primero porque 'no hay constancia de que fueran obligados a consumir droga' y porque el control de los delitos contra la salud pública corresponde a la policía. Daniel Moreno es el único de los tres organizadores que ha declarado ante la policía. Lo hizo el lunes en calidad de testigo y dijo que la fiesta cumplió todos los requisitos.
Fuentes de la investigación insisten en que la mayor parte de los jóvenes consumieron pastillas que compraron con anterioridad. 'Está confirmado que los dos que murieron las trajeron a la fiesta'. Hubo, sin embargo, mucho pequeños camellos, 'fundamentalmente de Huelva y Sevilla', alguno de los cuales podría estar identificado. Pero cualquier actuación debería esperar a los análisis de toxicología.
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