Más sobre la calidad en la enseñanza

Es raro el día que la prensa no airea alguna noticia sobre la futura ley de calidad en la enseñanza, que el Partido Popular, con una periodicidad calculada, bombardea a la opinión pública.

No cabe ninguna duda que el sistema educativo, sobre todo en el tramo de la enseñanza secundaria, necesita llevar a cabo algunas reformas que, efectivamente, mejoren la calidad del sistema. Ahora bien, de esto a lo que pretende hacer el Partido Popular va un abismo.

El partido en el Gobierno, camuflándose en el malestar en la enseñanza, evidencia sus auténticas intenciones: iniciar un proceso privatizador en la enseñanza. Para esto quiere ampliar los conciertos en tramos no obligatorios y rebajar las exigencias (requisitos) para acceder a dichos conciertos.

Así aparece la figura del 'concierto parcial', que no es otra cosa que una vía legal de escape para justificar la selección del alumnado. De esta forma, se irían poniendo las bases no sólo para privatizar, sino para discriminar en un servicio básico como la educación.

Otro tramo de la enseñanza importantísimo es la educación infantil (según Sigmund Freud la edad más determinante), por tanto, debe seguir siendo una etapa educativa y, como tal, regulada por el Ministerio de Educación y Ciencia y por la Consejería de Educación de la Junta de Amdalucía.

Permitir que la regulación dependa del Ministerio de Trabajo supone un retroceso en el concepto de educación integral que nos aleja de las políticas educativas más desarrolladas.

Otra medida que se propone es prorrogar, aún más, el tiempo para que los centros se adapten al decreto que regula los requisitos mínimos de los centros concertados. Este decreto se estableció en 1991, tiempo más que suficiente para adaptar los centros a los requisitos exigidos. Permitir durante más tiempo esta situación es fomentar la 'ley de la selva' en la etapa educativa de cero a tres años.

Todas estas medidas y otras son lo suficientemente graves para que la sociedad tome conciencia de que la enseñanza pública (servicio básico, corrector de desigualdades) puede empezar a estar en peligro.