'No somos una máquina para hacer títulos'

A caballo entre dos universidades, el director del centro de la UNED de Bergara, Juanjo Álvarez, también catedrático de Derecho de la UPV, defiende con convicción el valor de la institución que ha cumplido un cuarto de siglo.

Pregunta. Mantener una relación a distancia durante 25 años es muy complicado. ¿También lo es mantener un centro de educación a distancia?

Respuesta. Más que algo problemático, es una aventura. Es un reto adecuarse a la realidad, porque ésta cambia constantemente.

P. ¿Qué ha cambiado durante este cuarto de siglo?

R. Muchas cosas, tanto en para los profesores como para los alumnos. En los primeros, la necesidad de reciclaje es cada vez mayor. No basta ya con soltar el rollo. En los segundos, sigue existiendo la preocupación por lograr el título, pero también tienen otras inquietudes. La UNED no es una máquina para hacer títulos. En nuestro caso, hay algo más que la titulitis.

P. ¿Cómo llegó a Bergara?

R. Buscaban a una persona con perfil académico y de gestión, además querían que estuviera vinculada con la UPV, porque sus nexos con ella son muy grandes. Se celebró un concurso público y fui elegido. Y la verdad es que cuando entré no sabía gran cosa de la UNED.

P. ¿No tener delante a los alumnos da un respiro o le produce tristeza?

R. Más lo segundo. De hecho, nuestros profesores, cuando vienen pocos alumnos a sus clases presenciales, comentan que sienten esa tristeza. Somos un centro vivo gracias a los alumnos que se pasan por aquí.

P. ¿Internet es el mayor aliado o el mayor enemigo?

R. Ha de ser el mejor aliado, pero con un complementario con mayúsculas.

P. ¿La UNED se ha quitado ya el sambenito de universidad de segunda?

R. Creo que sí. El nivel académico de los profesores es muy bueno, los contenidos son los adecuados y el alumno de la UNED tiene acreditada ya una autodisciplina que hace que incluso algunos anuncios de periódicos pidan expresamente titulados de la UNED.

P. ¿Qué ha significado la UNED para Bergara?

R. Mucho. Deberíamos hacer como en Getafe, donde se halla la Universidad Carlos III, que se bautiza como ciudad universitaria. El centro es un orgullo para los bergareses. En esta comarca, si Mondragón es el motor económico, Bergara es el cultural. Y nosotros colaboramos en ello.