Una universidad nada distante
El centro de la UNED de Bergara cumple 25 años como referente cultural en el Alto Deba
Enseñanza a distancia cercana. Esta aparente paradoja define al centro asociado de la UNED de Bergara, que este curso celebra su 25º aniversario. Lejos de la imagen de impersonalidad y aislamiento con la que se identifica a la educación no presencial, la UNED de Bergara es una institución viva con un papel nada desdeñable en la actividad cultural del Alto Deba, una comarca con un relevante peso específico en el País Vasco.
Más allá de la veintena de licenciaturas, los métodos de aprendizaje de idiomas y el elevado número de cursos de posgrado que ofrece, la UNED es un elemento dinamizador de su entorno. Y lo es desde su mismo nacimiento, en el curso 1976-77, fruto precisamente del interés de un grupo del que formaba parte Manuel Caínzos, actual coordinador del área de Humanidades del centro. 'La UNED acababa de iniciar su andadura y creímos que sería bueno para Bergara y la comarca que un centro asociado estuviera aquí para ofrecer una mejor respuestas a las necesidades culturales y a las relacionadas con la enseñanza universitaria. Y nos pusimos en marcha', recuerda Caínzos.
Con la colaboración del Ayuntamiento de la localidad guipuzcoana, se rehabilitó el Real Seminario de Bergara para transformarlo en la sede del centro. A partir de ese momento comenzó a coordinar a los alumnos de la UNED en Guipúzcoa y también a los de Vizcaya, hasta que en en este territorio se puso en marcha en 1990 el centro asociado de Portugalete.
El espíritu inicial con el que nació el centro de Bergara es el que ha guiado su desarrollo durante este cuarto de siglo. 'Intentamos que no fuera un centro típico, que tuviera una estructura más amplia, más consolidada en la localidad. Quisimos hacer algo similar a una universidad popular donde se debatiera y se realizaran múltiples actividades', explica Caínzos.
El primer curso se matricularon 490 personas a cargo de cuarenta profesores. 25 años después, el número de docentes, compuesto en buena parte por profesores de la UPV y Mondragon Unibertsitatea, supera los 70 y el número de estudiantes se ha triplicado.
Uno de ellos es Juana Baena, una cuidadora de un centro gerontológico de 49 años. Juana, que estudia -'con mucha calma'- Ciencias Económicas, destaca la importancia que ha tenido para la comarca la implantación de este centro universitario con senseñanza no presencial. 'La llegada de la UNED a Bergara ha sido muy buena, porque ha permitido realizar una carrera académica a mucha gente que pensaba que no podía estudiar de ninguna forma', subraya.
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