Los suizos votan a favor de incorporarse a la ONU para salir de su aislamiento neutral

Con el 54,6% de los votantes a favor y 12 cantones contra 11, Suiza decidió ayer incorporarse a la ONU como miembro de pleno derecho. La Confederación Helvética se incorpora así como Estado número 190 de Naciones Unidas en un nuevo paso para salir de su tradicional aislamiento neutral. El Gobierno suizo, que se había involucrado profundamente en la campaña a favor del sí, respiró aliviado tras el ajustado resultado del referéndum, y ante la derrota de los sectores xenófobos que habían acusado a la ONU de todos los males que azotan al mundo.

Kaspar Villiger, presidente de turno de Suiza, dijo en Berna que la tasa de participación fue del 57,7% del censo y que los resultados del referéndum eran 'inapelables'. El ministro de Exteriores, Joseph Deiss, consideró que, con el sí del pueblo, su Gobierno tendrá mejores herramientas para defender los intereses nacionales en el marco de Naciones Unidas.

De ahora en adelante, las políticas internacionales helvéticas, que se centraban mucho en lo humanitario (como el Comité Internacional de la Cruz Roja) o en las mediaciones políticas en conflictos (como coparticipante en el diálogo en Colombia), podrán ser enmarcadas en las misiones de paz de la ONU.

Kofi Annan fue el primero en felicitar a Suiza por su adhesión a Naciones Unidas. El propio secretario general de la ONU dijo que el resultado es 'una profesión de fe' y una 'manifestación del compromiso del pueblo suizo hacia las actividades y los ideales' de la organización. Annan afirmó que, de hecho, Suiza ya es miembro de Naciones Unidas desde hace mucho tiempo. 'Ha ratificado muchos tratados de la ONU y alberga su segunda sede en el mundo. Suiza ha beneficiado a la ONU con su experiencia y con su saber hacer en numerosos dominios que se encuentran en el centro de la misión de la ONU', indicó. 'Su adhesión marca también un fuerte e importante progreso hacia la universalidad de la organización'.

A pesar de su triunfo, el Gobierno de Berna no quiso cantar victoria una vez conocidos los resultados. En 1986, los suizos rechazaron la entrada en la ONU con un 76% de noes. Para el presidente suizo, el miedo fue el inspirador del minoritario rechazo. El Gobierno gastó en la campaña a favor del sí dos millones de francos, aunque el sector privado la financió con 18 millones más.

Precisamente ese interés del sector privado en apoyar al Gobierno para ingresar en la ONU fue interpretado como 'una estrategia de las élites económicas para eludir la entrada de Suiza a la UE', según denunció el sociólogo y político de izquierdas ginebrino Jean Ziegler. El Gobierno insistió, por su parte, en que la cuestión de la entrada de Suiza a la UE 'no guarda ninguna relación con la ONU'.

En realidad, la adhesión de Suiza a la ONU no cambiará mucho las relaciones entre Berna y los cuarteles de la organización en Nueva York. Además de albergar la segunda sede mundial de la ONU, en Ginebra están también la Organización Internacional del Trabajo, el Alto Comisionado para los Refugiados, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo, la Organización Mundial de la Salud y otras instancias menores. La contribución helvética al presupuesto de la ONU llega a los 295 millones de dólares anuales (340 millones de euros), que podría aumentar en unos 45 millones de dólares más.