'Bush está sentando las bases de una dictadura militar global'

José María Mendiluce pasó ayer por Valencia para presentar la Federació d'Els Verds-Esquerra Verda, de la que es portavoz, un puesto que combina junto a su condición de eurodiputado independiente en el grupo socialista.

Pregunta. ¿Cuál es el objetivo de la federación?

Respuesta. Superar una laguna que ha habido en España en relación a la ecología política. Queremos poner en la agenda política los temas que deben ser preocupación de los ciudadanos: una nueva visión política respecto a los problemas de la sostenibilidad que incluyen otro modelo de desarrollo que sea menos depredador, menos insostenible y que aporte una visión diferente de lo que debe de ser la globalización actual neoliberal. Ninguna de las otras corrientes de izquierda, por una obsesión de pragmatismo político y electoral o por un testimonialismo cada vez más alejado de la realidad, tienen esta visión de conjunto y concreta de lo global y de lo local atravesada por una raíz ecológica y otro modelo de la sociedad.

'Estamos por más globalización: que se globalicen los derechos humanos y el progreso'

'Hace falta otra Europa como contrapeso al modelo norteamericano'

P. ¿No supone esto fragmentar más la ya debilitada izquierda?

R. Todo lo contrario. El PSOE debe saber que estamos muy lejos de que vuelvan a repetir una vez más una mayoría absoluta. No puede pretender llevarse el voto del centro, el de la izquierda, el voto ecologista, el de la mujer. Esa voluntad de hegemonía absoluta en la izquierda se ha terminado y no es positiva. En segundo lugar, la experiencia con IU ha sido particularmente negativa para la izquierda. La demencial estrategia de hacer el juego al PP ha dejado a IU en una situación extremadamente difícil. Queremos sumar y complementar la oferta política de la izquierda. Hay un vacío político, de oferta política para millones de personas de este país que han dejado de votar a IU y que no votan al PSOE, sino que optan por la abstención o el voto en blanco. Un vacío que incluye a otros sectores jóvenes y emergentes que se incorporan a la edad electoral y no tienen la intención de votar porque les parece que ninguna de las ofertas representa lo que ellos perciben como su futuro en este país y el mundo.

P. ¿Cómo ve el fenómeno de la globalización?

R. Con muchísima preocupación. Estamos combinando una globalización financiero-económica con un unilateralismo militarista por parte de los Estados Unidos como única potencia mundial que antepone sus intereses a los intereses globales.

P. Ante esta situación, ¿qué salida hay?

R. Pensamos que otra Europa es la única posibilidad de contraponer otro poder, otros valores y otra política internacional frente al modelo hegemonista norteamericano. Y lo digo sin ningún sentimiento antiamericano, pero sí de que hay que frenar la arrogancia militarista de Bush que al doblar el presupuesto de defensa está creando las bases de una dictadura militar global que garantice sus intereses como potencia y no los de la humanidad. Para eso hace falta otra Europa como contrapeso. Somos profunda y radicalmente europeístas, queremos una Europa más democrática con una constitución política. Queremos una europa federal, en la que quepan todas las regiones, autonomías, territorios, y estados que la componen, con más autoridad para el Parlamento europeo, para un gobierno europeo a través de la Comisión y con menos peso de los estados.

P. ¿Qué grado de realismo tiene este planteamiento?

R. Bastante. Europa está dividida entre los que estamos por avanzar el proceso de construcción política y un nuevo eje siniestro que se ha montado entre Blair, Aznar y Berlusconi, que no están por un modelo de unión política. Europa no se sostendrá como un proyecto ni siquiera de mercado y económico, ni podrá ampliarse si no profundiza en la construcción política. Sólo una Europa más democrática, más consciente de su responsabilidad histórica puede modificar las políticas del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, superar este abismo que se está abriendo entre el norte desarrollado y el sur en vías de desarrollo

P. ¿Cómo entiende que debería de reorientarse el proceso de globalización?

R. Estamos por la globalización. Yo soy miembro de ATTAC y no soy antiglobalizador. Estamos por más globalización: queremos que se globalicen los derechos humanos, los derechos democráticos, el progreso y el desarrollo, pero de forma sostenible. Que asumamos a escala global lo que nos parezca normal a escala local, autonómica, estatal o europea.