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Calañas aclama a los 13 mineros tras salir de su encierro

Los trabajadores dan por bueno el acuerdo alcanzado por el Foro de la Minería Metálica

Entre gritos y entusiasmo. Como héroes. Los 13 mineros encerrados durante 22 días en el interior del pozo de Sotiel Coronada, en Calañas (Huelva), vieron ayer de nuevo la luz. Fueron recibidos por unas mil personas, entre familiares, compañeros, vecinos y amigos. Estos mineros, afiliados a UGT, han dado por bueno el acuerdo alcanzado el miércoles en Sevilla por el Foro de la Minería Metálica, que ha creado tres mesas de trabajo para buscar soluciones al sector en la provincia onubense, en el que 2.000 trabajadores no saben qué va a ser de su futuro.

'Nos vemos con el agua al cuello', dijo Fernando Recio, uno de los encerrados

'Sueño con el día en el que pueda salir de aquí y abrazar a mi mujer. No se aprecian las cosas sencillas de la vida hasta que no se vive una experiencia como esta'. Estas declaraciones las hacía el pasado lunes uno de los mineros encerrados en el Pozo de Sotiel Coronada, yacimiento que en su día explotó la compañía Minas de Almagrera. Los 13 mineros que han desafiado durante 22 días el frío, la humedad, el silencio y la añoranza de las familias en el interior de la mina salieron ayer victoriosos de la gruta. Llovió durante todo el día, pero a esa hora sorprendentemente lucía el sol. Como para hacerlo todo más hermoso, más emocionante. 'El esfuerzo que hemos tenido que hacer, Dios mío, para sacar esto adelante durante años, y ahora nos vemos con el agua al cuello. Ahogados', manifestó Fernando Recio, uno de los encerrados, todavía sin poder creérselo, al tiempo que abrazaba a su mujer con lágrimas en los ojos.

Pero los mineros, mientras salían, devolvieron humildemente los elogios a quienes les han apoyado durante todos los días de encierro: al resto de compañeros: 'A Manolo, a Casiano, a Juan, a Pepe, a Juan José y a todos los que han estado ahí desde las siete de la mañana hasta la una de la madrugada por si necesitábamos algo' y a los familiares, a sus mujeres e hijos, 'que se lo merecen todo, por aguantar día tras día nuestra ausencia de las casas. A todos muchas gracias. Os queremos', manifestó el portavoz de los mineros José Carlos Torres, quien apenas pudo acabar sus últimas palabras al ser sorprendido por un diluvio de aplausos. '¡Vivan los mineros!', imploraban unos y otros mientras la música desde los altavoces no dejaba de sonar.

Los 13 mineros, abordados por el resto de compañeros, familiares y amigos, fueron conducidos a un pequeño montículo. Sus rostros estaban agotados, la barba crecida, el mismo mono azul con el que han soportado la dureza de estos días de encierro, sucísimos ya, y en sus ojos, una mezcla de cansancio y de júbilo, de agotamiento y satisfacción. De preocupación. 'Estamos cansados, muy cansados, pero satisfechos', afirmó uno de los encerrados.

José Carlos Torres, que decidió junto a sus compañeros, de manera voluntaria, llevar a cabo un encierro para intentar salvar lo que ellos califican 'el sustento del minero' (que se siga manteniendo la mina) tomó la palabra. 'Compañeros. Esto es el primer paso. A partir de ahora es cuando hay que luchar para hacer que se cumpla todo lo que el miércoles se firmó en Sevilla. El encierro ha terminado, pero no las movilizaciones. Hay que ser constantes para que este esfuerzo no haya sido en vano. No debemos bajar la guardia. Hay que seguir luchando', dijo José Carlos Torres mientras sostenía el megáfono en la mano.

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Varios políticos acudieron también a recibir a los mineros. Entre ellos, el secretario provincial del PSOE de Huelva, Javier Barrero, y el presidente de la Diputación onubense, el socialista José Cejudo. Javier Barrero afirmó con contundencia: 'Estamos recibiendo a unos héroes. Han aguantado durante 22 días en condiciones lamentables, luchando no sólo por su trabajo y su nómina, sino por el futuro de la comarca onubense de El Andévalo'. 'Se trata de personas que merecen nuestro aplauso, porque este tipo de gente es la que lidera el futuro de la provincia de Huelva', remachó Javier Barrero.

El dirigente socialista aseguró, lleno de optimismo: 'Hoy es el primer día del futuro del Andévalo onubense', tras los acuerdos alcanzados en el Foro de la Minería Metálica. Javier Barrero reiteró la disposición de la Junta de Andalucía a destinar inversiones sociales a la comarca minera de Huelva. Y el secretario provincial del PSOE onubense reclamó al Gobierno central que empiece a abonar desde el principio la paga de desempleo a los 200 mineros onubenses que han agotado ya el derecho a percibir esa prestación.

Acampados bajo la lluvia

Los trabajadores de Minas de Riotinto (MRT) acampados desde el 20 de febrero en la avenida de Andalucía de Huelva determinaron ayer celebrar el 28 de febrero a su manera: Izaron a media mañana una bandera de Andalucía bajo un aguacero, sin excesivo entusiasmo, mientras desde unos altavoces Carlos Cano cantaba a los andaluces de Jaén. En el campamento se percibía cierto desánimo pero firmeza en el propósito. Vicente Calleja Gómez, minero de 30 años, lo explicaba así: 'Lo fundamental es resolver el problema de los trabajadores que han agotado ya las prestaciones por desempleo. Como yo. Además, hay que emprender la diversificación económica de las comarcas, que siempre han vivido de la minería y no hay allí otro pensamiento que no sea el minero. Hace falta instalar una infraestructura de industrias para que esa zona de Huelva pueda reflotarse'. Estos mineros de MRT, afiliados a CC OO, reiteraron su determinación de permanecer en el campamento hasta que desde el Gobierno central y la Junta escuchen propuestas concretas de ayudas económicas. La firma del Protocolo de la Minería, realizada el miércoles en Sevilla, no les ha parecido suficiente. José Delgado, secretario provincial de CC OO de Huelva, señala que 'el problema más dramático es el de los compañeros que ya no cobran las prestaciones por desempleo'. Los sindicalistas reclaman que los mineros que han agotado los derechos a percibir esa paga vuelvan a cobrarla desde el principio, lo que llaman 'poner el contador a cero', principal obstáculo hasta el momento para llegar a un acuerdo con el Gobierno central.

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