Piqué pide ahora disculpas a González y a Yussufi por el bulo de la cita de Tánger

El Gobierno marroquí sugirió ayer que la filtración sobre las inexistentes reuniones de Felipe González con el rey Mohamed VI y el primer ministro Abderramán Yussufi pudo ser un intento de abortar una inminente normalización de relaciones entre Rabat y Madrid. El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, rectificó ayer y pidió disculpas a González y a Yussufi por haber sostenido, el martes, que se entrevistaron. Piqué aseguró, no obstante, que no destituirá al embajador de España en Rabat, Fernando Arias-Salgado, al que se le atribuye el origen del bulo publicado por El Mundo.

El PSOE pidió el martes la destitución de Arias-Salgado por haberse equivocado en la información servida a Madrid. El vicepresidente Mariano Rajoy no descartó esta opción al declarar ayer a la Cadena SER: 'Hay que saber de dónde salió la noticia (...) para ver si podemos hacer algo'.

Piqué no piensa destituir a Arias-Salgado. 'Mi percepción', declaró ayer en Granada, 'es que nuestros servicios diplomáticos han cumplido con su obligación: transmitir una información que parecía plausible y que en ningún momento el Gobierno ha confirmado como tal', aunque el ministro de Exteriores la dio por buena el martes.

'Cuando se produce el desmentido del primer ministro marroquí, inmediatamente doy instrucciones a la Oficina de Información Diplomática para que dé por zanjado el asunto. Como es natural, yo jamás voy a poner en duda la palabra del primer ministro de un país vecino y amigo con el que deseamos establecer la normalidad en las relaciones diplomáticas', explicó.

'Si en algún momento alguien se ha podido sentir molesto, y hablo tanto del ex presidente del Gobierno como del primer ministro marroquí, doy por anticipado todas mis disculpas, porque en ningún momento ha habido intención del Gobierno de ir más allá de lo que parecía algo de lógica elemental, como era transmitir a la opinión pública una información que en un momento determinado parecía plausible', concluyó Piqué.

Tras esta declaración, el embajador de España en Marruecos solicitó ayer una reunión con el jefe del gabinete diplomático del primer ministro marroquí 'para presentar disculpas, en nombre del Gobierno español y de la embajada'.

Uno de los afectados por el bulo, Yussufi, es, además de primer ministro, director de un periódico, Al Ittihad Al Ichtiraki, el órgano socialista, en el que escribe columnas no firmadas. En un artículo publicado ayer se subraya que la filtración inventada 'se produce en un momento en que muchos observadores creían que había una acercamiento entre los dos países, pues muchos indicios apuntan hacia un proceso de normalización y un final de la crisis', que estalló en octubre tras la llamada a consultas del embajador marroquí en Madrid. Lo más chocante para el diario de Yussufi son 'las declaraciones del ministro español que habla de indicios' de la inexistente entrevista 'que ponen de relieve que sus fuentes son los servicios secretos españoles y, quizás, la Embajada de España en Rabat'.

Algunos diplomáticos españoles sospechan que el temor a que González pudiese aparecer como el artífice de la reconciliación hispano-marroquí incitó a la Moncloa a transmitir a El Mundo la información errónea que le había comunicado la Embajada española.