El cardenal que prefiere ejercer de obispo
No es por timidez, tampoco por falta de recursos dialécticos, y mucho menos porque carezca de conocimientos y criterios para lucir en sociedad. El cardenal Rouco ha escogido un perfil bajo para el cargo de presidente de los obispos por vocación episcopal. Punto y aparte. Lo insinuó ayer ante los periodistas, para que no cupiera duda: 'Mi oficio principal es ser obispo de la diócesis'. Aunque prometió atender más a los medios de comunicación y, como 'propósito de la enmienda', es probable que incluso conceda algunas entrevistas, dijo no estar seguro de tener 'contrición de corazón'. No cambiará.
Así que entre el desparpajo progresista y la sinceridad popular del cardenal Tarancón y el retraimiento conservador y discreto del cardenal Ángel Suquía, dos de sus predecesores en el liderazgo de la Conferencia Episcopal, Rouco ha escogido el modelo opaco, frío y distante del segundo, gallego como él.
Fue en 1976 el obispo más joven de España, con algo más de 40 años -Tarancón lo fue con 37, igual que el arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, que llegó a arzobispo de Argel a los 38 años-, y tiene el honor de pertenecer a la hornada episcopal del papa Pablo VI, de los que quedan ya muy pocos en activo después de más de dos décadas de pontificado de Wojtyla. Ha sido con este papa polaco, que como Rouco también estudió Teología en Alemania, con quien el cardenal de Madrid se siente a sus anchas. El Papa, a cambio, le ha honrado con distinciones tan sonadas, entre otras, como el nombramiento de Relator general de la II Asamblea Especial para Europa del Sínodo de los Obispos, celebrada en Roma en 1999 con extraordinario éxito mediático.
Por lo demás, si juzgamos su currículo académico, Rouco merece lo que es porque no ha escatimado esfuerzos ni oportunidades. Su último honor ha sido el ingreso en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Así que, quizás, habrá que pensar que el retraimiento del cardenal estos años tiene que ver con las convulsiones que ha vivido la Iglesia española. En este su segundo mandato se sabrá mejor el alcance de sus reales aspiraciones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.