Aznar reitera que el ingreso en la UE no depende de la negociación
El avance en las actuales negociaciones para la reunificación, patrocinadas por Naciones Unidas, 'sería una ayuda muy importante en el proceso de integración de Chipre en la Unión Europea', según advirtió ayer en Nicosia el presidente del Gobierno, José María Aznar, al presidente chipriota, Glafkos Clerides. No obstante, Aznar, que es el primer presidente español y el primer presidente del Consejo de la UE que ha visitado la isla, recordó que la próxima ampliación de la Unión no está condicionada por el resultado de las conversaciones.
'La UE ratifica el acuerdo de Helsinki. Deseamos que la negociación concluya con éxito, pero debe quedar claro que la decisión de la UE será tomada con independencia de lo que ocurra', dijo el presidente. Los Quince acordaron en 1999 en la capital finlandesa que Chipre podrá entrar en la Unión aunque la reunificación no se consiga. En ese caso, el ingreso afectaría únicamente a los 600.000 grecochipriotas que viven en las dos terceras partes de un territorio algo más pequeño que Navarra. Los 200.000 turcochipriotas, cuya renta per cápita es aproximadamente un sexto de la del sur, no se beneficiarían de las políticas comunitarias ni de la unión aduanera.
La decisión final de la UE tendrá que hacer frente a la reacción de un aliado cada vez más importante de Europa y de Estados Unidos, como es Turquía, que ha dejado de amenazar con anexionarse el norte de Chipre si el sur ingresa en la Unión.
En Nicosia, la capital más preparada económicamente entre los candidatos, la seguridad en el ingreso es total. Clerides afirmó ayer ante Aznar que su objetivo es que el Chipre reunificado 'no sólo pueda expresarse con una voz en la UE, sino tener también una sola voz para aplicar el acervo comunitario'. Es decir, que la estructura del nuevo Estado tendrá que ser la federal que él quiere y no la confederal que propone Denktash.
