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Las denuncias por beber en la calle pasan en Valencia de 107 en 2001 a 235 este año

Las denuncias públicas y el clima de alarma despertado por el consumo de alcohol en la calle parecen haber despertado el celo infractor de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, a través de su cuerpo armado, la Policía local. De la pasividad e indiferencia de este cuerpo, que muestra la estadística a través de la escasez de denuncias realizadas por consumo de alcohol en la calle durante los años 2000 y 2001, se ha pasado rápidamente al extremo contrario a principio de este año, gracias a la presión mediática y a la sensación de falta de reacción municipal que se extendió entre los vecinos, como se cansaron de denunciar las asociaciones vecinales.

La policía municipal ha realizado hasta la fecha -no llega a dos meses- más del doble de denuncias por consumo de licores en la calzada que las tramitadas durante el año pasado y casi ocho veces más que las registradas durante 2000. Así, en 2002 ya se han registrado 235 denuncias, frente a las 107 de 2001 y las 38 de 2000. Fuentes del cuerpo señalaron ayer a este diario que la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que instó al Ayuntamiento de Sevilla a combatir los efectos del consumo masivo de alcohol en la calle, conocido como botellón, tuvo bastante que ver con el empujón que ha dado la concejalía de policía a aumentar el control de esta actividad sancionable.

Presión vecinal

Como también ha influido el aumento de la presión vecinal y de las llamadas que los fines de semana o vísperas de festivos reclaman a los agentes su ayuda ante los desmanes y el alboroto que resulta del consumo abusivo en plena calle a las puertas de los vecinos. El aumento de multas a locales por infringir la ley de la Generalitat valenciana sobre drogodependencias y otros transtornos adictivos también se ha elevado, aunque en menor grado. Entre ventas realizadas fuera del horario permitido, carecer de licencia y dispensación a menores, se ha pasado de 38 denuncias en el año 2000 a 107 en 2001 y 29 durante los primeros meses de este año.

Los responsables de hacer cumplir la ley de drogodependencias, junto a la policía municipal, son la nacional y la autonómica. Sin embargo, en la ciudad de Valencia, es el cuerpo policial que depende del Ayuntamiento el máximo responsable en esta cuestión. De esta forma, la Policía Nacional no puso ninguna denuncia en la provincia de Valencia a establecimientos por venta de alcohol a menores el año pasado, como tampoco en Castellón, aunque sí en Alicante (5). Frente a estos datos, en otras provincias, la actividad de este cuerpo es mucho más elevada. En Cantabria se pusieron 153 denuncias, el Toledo 14, en Segovia 24 y en la provincia de Ciudad Real 15.

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