Once aseguradoras demandan a JP Morgan por el 'caso Enron'
Acusan al banco de ayudar a la compañía a disfrazar sus deudas
Once compañías de seguros se niegan a cumplir garantías por valor de 1.100 millones de dólares (unos 1.243 millones de euros) pactadas con JP Morgan Chase en operaciones con Enron por alegar que el banco les engañó al hacer pasar por transacciones comerciales de productos energéticos lo que no eran sino concesiones de créditos dirigidas a mantener la buena fachada financiera de la empresa tejana, ahora en quiebra. La Reserva Federal y la SEC (siglas en inglés de la Comisión del Mercado de Valores estadounidense) están escrutando estos intercambios entre banco y cliente.
JP Morgan Chase ha demandado a las aseguradoras para exigir la indemnización que le corresponde ante la incapacidad de Enron de cumplir su compromiso. Alan Levine, el abogado de tres de ellas, ha presentado un escrito ante el tribunal en el que alega que 'Chase camufló deliberadamente la concesión de un crédito como una transacción de materias primas para perpetuar un fraude' a las aseguradoras. En la ingeniería financiera a que con tanto celo se entregó Enron, una operación de ese tipo haría aparecer menor su endeudamiento con el banco.
Las transacciones fueron realizadas por dos filiales off shore (situadas en países con ventajas fiscales) del banco, Mahonia y Mahonia Natural Gas, mediante contratos de derivados, una de las especialidades de JP Morgan, que llega a obtener con ellas entre el 15% y el 20% de sus ganancias. Los derivados son instrumentos financieros que prometen un pago a un plazo fijo de tiempo basado en el valor que pueda llegar a alcanzar en ese fecha un determinado producto o índice. Lo que alegan las aseguradoras e investigan la Fed y la SEC, presidida por Harvey Pitt, son las 'transacciones adelantadas prepagadas' mediante las que Morgan pagaba a Mahonia, y a través de ella a Enron, en efectivo y de inmediato a cambio de la futura adquisición a lo largo de varios años de gas y crudo. Enron contabilizaba la operación como una venta en vez de como un crédito.
Normalmente, los derechos de estas entregas de materias primas eran vendidos de inmediato a Enron mediante complejas transacciones de derivados. 'Las partes parecen haber pactado una serie de transferencias sobre el papel de gas y crudo de Enron a Mahonia, de Mahonia a Chase y de Chase o una de sus filiales a Enron', señala el abogado Levine, que ve en ellas no una transacción de productos, sino de capital.
Las aseguradoras habían garantizado estas operaciones mediante unos contratos de garantías (conocidos como surety bonds) que cubrían el riesgo del banco en caso de que Enron incumpliera su parte del contrato. JP Morgan Chase mantiene que las acusaciones carecen de fundamento y que las transacciones objeto de disputa son un mecanismo habitual de operación.
'Nada indebido'
'Cualquier contrato de venta prepagada proporciona financiación', replica el banco en sus alegato ante el tribunal que mañana debe ver el caso. 'No hay nada indebido en la estructuración de transacciones que satisfacen los objetivos financieros, fiscales, regulatorios o contables de las partes en el marco de las normas'.
El banco era uno de los socios privilegiados de Enron y de Global Crossing, la compañía de telecomunicaciones que suspendió pagos hace un mes (la mayor en el sector de alta tecnología), y su exposición a las desventuras financieras de estas compañías unida a las pesquisas de la Reserva Federal y de la SEC más las acusaciones de las aseguradoras han hecho caer su cotización al tiempo que sufría su reputación. Desde inicios de año, las acciones han perdido un 20%.
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