Moneo, Siza y Hernández León homenajean a Sáenz de Oiza

Entusiasta, apasionado, polémico, singular, irrepetible... Así definían ayer colegas suyos al arquitecto Javier Sáenz de Oiza en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. La presentación del libro Sáenz de Oiza. Centro Atlántico de Arte Moderno, se convirtió en un auténtico homenaje al arquitecto nacido en Cáseda (Navarra), en 1918 y muerto en Madrid en 2000.

Ayer, a las 19. 30, estaban en el Círculo los arquitectos Rafael Moneo, el portugués Álvaro Siza, que se encargará de la reforma del paseo del Prado madrileño, Juan Miguel Hernández León o Ana Kurson, presidenta del Colegio de Arquitectos de Canarias. Por la mañana, Siza, Hernández León y Kurson intervinieron ante los medios de comunicación. Hernández León lo hizo en calidad de tres cosas: 'Como presidente del Círculo, como director de la Escuela de Arquitectura de Madrid y como alumno que fui suyo', dijo.

A su maestro -autor de edificios emblemáticos como la sede del BBVA del paseo de la Castellana y el edificio de las Torres Blancas en la avenida de América, ambos en Madrid- le definió Hernández León como 'una figura irrepetible en la reciente historia de la arquitectura en España'.

Siza, que dijo haberlo conocido a fondo, aseguró que no fue discípulo suyo pero que le habría encantado. 'Estoy seguro de que fue un gran profesor'. Y se imagina esto el portugués por la forma en la que Oiza se tomaba las cosas de su profesión: 'Describía los edificios como entes vivos, con venas, arterias, pulmones. Hablaba in crescendo, se entusiasmaba y nos hacía reconciliarnos con nuestra profesión'. Siza destacó también su enorme cultura. 'Pasaba de hablar de infraestructuras a recitar poemas de Fernando Pessoa, un poeta a quien él amaba'.