Volver a empezar

El cocinero donostiarra Juan Mari Humada, conocido autodidacto de los fogones, tras una serie de vicisitudes -que no vienen al caso-, vuelve a sus orígenes. No sólo por la ubicación de la pequeña y coqueta taberna Belardi Etxea, sita en el barrio de Gros donostiarra, sino por dejar de lado proyectos más relevantes y centrarse en la labor de pinchos, raciones y cazuelas que tanta fama le dieron en el viejo bar familiar, el popular Hidalgo. Allí se formó en la cocina casera de la mano de su madre, Silvi Hidalgo, una guisandera extraordinaria. Posteriormente adquirió, gracias a sus inquietudes, conocimientos suficientes para afrontar una culinaria moderna, algo osada y resuelta de forma impecable.

En la actualidad podemos disfrutar de pinchos y platillos en su barra muy interesantes, convertidos en un menú más formal una vez sentados, tales como la pechuga de ave rellena con castañas y crema de foie gras, la ensalada de morros con queso de cabra gratinado, el risotto de bacalao ajoarriero, el begi aundi relleno en sopa de cebolleta o la manita con foie y caldo de garbanzos.

El hijo del chef, Sergio, estudiante de hostelería, se encarga de lo dulce con increíble maestría. Propone cosas tan sugestivas como el canutillo de miel relleno de crema helada de limón con sorbete de coco en sopa de manzana verde. El servicio derrocha simpatía. Buena selección de vinos (también por copas) y a precios más que razonables.