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La conquista del sur

Los dirigentes populares diseñan una estrategia encaminada a ganar los municipios socialistas del 'cinturón rojo'

Lucía Abellán

El presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, tiene 'el corazón mirando al sur'. Este mensaje cerró en Móstoles una de las noches de campaña en las elecciones autonómicas y municipales de 1999. Desde entonces, Ruiz-Gallardón se puso manos a la obra con los municipios del cinturón rojo, la zona sur de Madrid gobernada históricamente por la izquierda y que cuenta con un jugoso nicho de 1,1 millones de habitantes y posibles electores. El objetivo del presidente del Gobierno regional es sumar los municipios rojos a las conquistas del PP.

Algo ha empezado a moverse en estas localidades en las dos últimas citas electorales. En 1999, Ruiz-Gallardón logró aumentar entre cinco y ocho puntos los apoyos del sur, que vota mayoritariamente al PSOE. Además, consiguió sentar a uno de sus candidatos, el de Alcorcón, en la alcaldía de ese municipio. Ruiz-Gallardón sabe que el voto del sur es decisivo para mantenerse al frente de la Comunidad.

El 70% de la inversión de la Comunidad de Madrid irá a parar este año a los municipios del sur
'El PSOE sigue siendo la gran locomotora de la zona sur', afirma un concejal socialista de Leganés
Ningún partido considera ganada la batalla de las próximas elecciones antes de librarla
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Tras los comicios de 1999, Ruiz-Gallardón se propuso ilustrar con hechos vistosos la ubicación sureña de su corazón. El Metrosur, el parque de la Warner, la zona deportiva de invierno Xanadú, las carreteras M-45 y M-50, el ambicioso plan de vivienda... El sur se convierte en una zona prioritaria donde acumular inauguraciones y fotos. No en vano, el 70% de la inversión de la Comunidad de Madrid irá a parar este año a la zona meridional.

'En el reequilibrio de la región está el futuro de la Comunidad de Madrid. Por eso se insiste en el sur. Tanto la Comunidad como el partido [el PP] están pendientes del sur continuamente', reconoce José María Cepeda, alcalde popular de Aranjuez. Cepeda sabe de lo que habla. Fue el primer candidato del PP que conquistó la alcaldía en un municipio emblemático de la zona sur, en 1995, algo que vivió con gran satisfacción: 'Comprobamos in situ que lo que el partido había planteado, ganar el sur de Madrid, estaba en nuestra mano. Suponía abrir una gran brecha allí, algo que hasta entonces parecía imposible'.

Desde ese momento, el PP ha tomado como referentes a los héroes del sur -quienes han conseguido introducir pinceladas de azul en el tradicional cinturón rojo- y sigue de cerca su labor. Francisco José Granados, el regidor de Valdemoro, otro de los municipios arrebatados al PSOE, se sabe ejemplo para los demás municipios de la zona en el principal objetivo del partido: ganar el sur. 'Evidentemente es así, el partido tiene esa consigna. Y si desde Valdemoro podemos servir de ejemplo, pues mucho mejor', dice. Granados, que ocupa el cargo desde las últimas elecciones, desbancó a un legendario alcalde socialista, José Huete, que gobernaba desde las segundas elecciones municipales de la democracia.

Aunque la atracción del sur es difícilmente disimulable para las filas populares, ninguno de los regidores quiere vincular los proyectos de Ruiz-Gallardón con la lucha por el voto. 'La fuerte inversión era necesaria. Hemos estado abandonados mucho tiempo', argumenta Fernando Vergara, alcalde de Ciempozuelos. Vergara prefiere pensar que también cuenta el quehacer local: 'Estamos convencidos de que una buena gestión de la Comunidad repercute en los municipios, pero unida a la labor en esas localidades'.

Desde el PSOE las cosas se ven de modo muy distinto. Esta formación cree que la inversión del Gobierno regional en el sur es más aparente que real y que, frente a proyectos ambiciosos, como el Metrosur, la política social se ve cada vez más debilitada. 'Cuando se escarba el papel de celofán se ve que no hay cosas importantes, como la enseñanza, la sanidad...'. Es la opinión de José María Arteta, alcalde socialista de Móstoles.

José Quintana, regidor de Fuenlabrada, añade: 'No es verdad que se invierta más en el sur que con Joaquín Leguina [último presidente socialista de la Comunidad de Madrid]. Tenemos menos ayudas. Ruiz-Gallardón puede perder las próximas elecciones'.

Entre los alcaldes socialistas no cunde el miedo a perder su zona de hegemonía, de la que todavía siguen conservando la mayor parte. Muchos de ellos son auténticos pesos pesados del partido y su gestión ha recibido año tras año el respaldo de los ciudadanos. Es el caso de Pedro Castro, alcalde de Getafe desde 1983, o de José Quintana, que lleva el mismo tiempo al mando de su ciudad y comparte esta labor con la de diputado nacional del PSOE.

Los propios dirigentes del PP reconocen que el tirón de estos candidatos históricos hace que ciudadanos que votan a Gallardón en las autonómicas se decidan por la lista del PSOE en las municipales. 'Los datos que tenemos no parece que auguren un cambio de tendencia', asegura Álvaro Couso, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Leganés.

¿Por qué la familia socialista sigue conservando casi todas las localidades del sur? Los alcaldes de este partido creen que la gran transformación que han vivido los municipios del cinturón rojo en los últimos 20 años obedece a la buena gestión del PSOE. 'En 1979 en Móstoles no había ni agua. Procedía de pozos. El PSOE ha resuelto durante muchos años las necesidades de los ciudadanos, por eso confían en nosotros'. Es, para el alcalde de Móstoles, la primera razón por la que los ciudadanos se inclinaron por la izquierda. Pero luego vinieron otras. Los dirigentes socialistas creen que han sabido conectar con los ciudadanos y comprender sus problemas. 'El PSOE sigue siendo la gran locomotora de la zona sur', concluye contundente Álvaro Couso.

Entonces, ¿cómo explicar fenómenos como el de Alcorcón, donde el PP arrebató el poder al PSOE en las pasadas elecciones? Para los populares, supone introducir una cuña en un territorio considerado inexpugnable. Pero los socialistas no temen un efecto contagio derivado de este fenómeno y más bien confían en recuperar esta alcaldía en las próximas elecciones. De hecho, el PSOE aumentó de 9 a 11 el número de concejales en 1999, pero Izquierda Unida perdió tres y no pudieron competir frente a los 14 del PP. No obstante, el alcalde de esta localidad, Pablo Zúñiga, ha cosechado un buen número de polémicas desde su llegada al poder que hacen presagiar a la izquierda un cambio de rumbo dentro de año y medio, en la próxima cita electoral.

Más allá de las convicciones de cada cual, el liderazgo del sur encabeza las prioridades políticas de los partidos en la Comunidad de Madrid y nadie considera ganada la batalla antes de librarla. 'En política no se puede nunca bajar la guardia. Nuestro objetivo es ganar más ayuntamientos del sur', asegura el alcalde popular de Valdemoro, Francisco Granados. 'El ciudadano sabrá valorar la gestión realizada. Pero no lo veo fácil, nunca es fácil', confiesa el dirigente de Ciempozuelos, Fernando Vergara.

El PSOE apostará en general por lo ya conocido y presentará a las próximas elecciones a los dirigentes que han cosechado multitud de votos. Tras casi 20 años al cargo de Getafe, Pedro Castro manifiesta sus ganas de continuar: 'Mientras me quede ilusión me seguiré presentando. Ahora me dedico a hacer las cosas que de verdad me gustan para mi ciudad'.

Votos contra Franco

El cinturón rojo designa la franja sur de Madrid donde la izquierda triunfó desde las primeras elecciones municipales de la democracia, en abril de 1979. Ese año, tanto el PSOE como el Partido Comunista arrasaron en el sur, pero una legislatura después fue el Partido Socialista el que se afianzó como fuerza hegemónica. 'En esos municipios se concentraban los principales núcleos de contestación al régimen franquista y el voto socialista respondió al abandono que habían sufrido siempre esas ciudades', explica el primer teniente de alcalde de Leganés, Álvaro Couso. Este político, que ha seguido la trayectoria del partido desde sus inicios, recuerda que en Leganés no había 'un solo centro de salud para los 150.000 habitantes del municipio' en 1959. La voluntad del PSOE en aquellos momentos era, según resaltan sus representantes, impedir que estas localidades se condenaran a ser exclusivamente ciudades dormitorio de Madrid. Un objetivo que también ahora dicen perseguir los alcaldes populares que han conseguido penetrar en el cinturón rojo. Las cosas fueron bien para el PSOE hasta 1995. Ese año, el mal momento que atravesaba el partido se tradujo en una pérdida de votos. Los socialistas perdieron la mayoría absoluta en casi todas las ciudades. 'Era cuando más fuerte nos llovía', recuerda el alcalde de Fuenlabrada, José Quintana. En 1999 vuelven a recuperar parte de su electorado, aunque con tres fisuras: Alcorcón, Ciempozuelos y Valdemoro, que pasan a ser gobernadas por el Partido Popular. Frente a estas decepciones, se dan otros ascensos como el de Fuenlabrada, donde Quintana consigue el 62% de los votos. Con este porcentaje se erige en el socialista más votado de la región.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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