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Oposición y consumidores tachan el dato de 'increíble'

La bajada de los precios en enero 'oculta' la realidad y supone una 'burla' a los ciudadanos, según partidos, usuarios y sindicatos

Que el recorte de precios en enero haya coincidido con el estreno de un nuevo método para calcularlos provocó ayer incredulidad, asombro y hasta indignación en partidos de la oposición, sindicatos y organizaciones de consumidores. Todos coinciden en que la inclusión de las rebajas en el índice de precios al consumo (IPC) ha distorsionado la realidad. No acaban de entender por qué la inflación bajó una décima en España en enero respecto a diciembre en un contexto generalizado de repuntes en la zona euro. Y destacan que, sin embargo, la tasa interanual sufrió un empeoramiento de cuatro décimas.

'Increíble', 'milagro', 'magia', 'espejismo' y 'burla' fueron expresiones repetidas entre los más críticos con un dato del IPC de enero, que, a su juicio, no refleja el efecto del alza de algunos impuestos indirectos (carburantes, transporte, tabaco, bebidas alcohólicas o el IVA sobre el butano) y el consabido redondeo por la introducción del euro.

- Socialistas. El PSOE quiso poner a prueba al Gobierno. El responsable de Economía, Jordi Sevilla, exigió al Instituto Nacional de Estadística (INE) que informe de cuál sería el IPC de enero si se hubiese aplicado la metodología anterior para explicar 'la magia' que hace bajar los precios mientras los ciudadanos sienten que suben. 'El dato importante es que, en lo que va de año, la inflación está situada en el 3,1% [frente al 2,7% de diciembre] y eso hace que la foto de la economía española, en este momento, sea que los precios están creciendo por encima de lo que crece la producción', indicó Sevilla.

'Más allá del espejismo de enero, la foto de la economía española y las previsiones no son optimistas y volvemos a hacer un llamamiento al Gobierno para que cambie su política económica', añadió el diputado socialista. Por lo demás, Sevilla consideró que el nuevo IPC recoge con más exactitud las tendencias de gasto de los españoles.

- PP. El partido del Gobierno salió al paso de las declaraciones de Sevilla. Su portavoz de Economía, Vicente Martínez-Pujalte, reprochó al PSOE que ponga en cuestión la nueva metodología, que es común a todos los países de la Unión Europea. Los datos de enero, puntualizó, 'se ajustan a la realidad'.

- Izquierda Unida. Pero el PSOE no fue el único partido que mostró su incredulidad. 'Parece que el cambio de reglas ha sido a favor del Gobierno y no de la realidad', afirmó Gaspar Llamazares, coordinador general de Izquierda Unida. El dato de enero, dijo, resulta 'increíble' para los ciudadanos, que han visto cómo han subido algunas tasas e impuestos con el inicio del año, así como la introducción del euro y el consabido redondeo. 'Es realmente parecido al milagro de los panes y los peces, lo que pasa que al revés', apostilló Llamazares. 'Es decir, que lo que ven los ciudadanos que aumenta, el Gobierno ve que disminuye'.

- Sindicatos. Esta doble percepción de la realidad se extendió más allá de las arenas puramente políticas. Los sindicatos mayoritarios (UGT y CC OO) coincidieron en destacar el avance de la inflación interanual del 2,7% en diciembre al 3,1% en enero, que atribuyen al aumento de los impuestos indirectos que entró en vigor el 1 de enero y, aunque en menor medida, al redondeo. 'Es un mal dato que confirma, una vez más, que los precios siguen sin control', dijo UGT en un comunicado.

'Los artículos más afectados por las rebajas (vestido, calzado y menaje) aportaron una rebaja de ocho décimas al IPC, lo que quiere decir que el resto de los productos ha aumentado sus precios en siete décimas', señaló CC OO, que atribuye la subida de la inflación interanual a la política tributaria del Gobierno.

El 1 de enero entraron en vigor nuevas subidas fiscales: un nuevo impuesto sobre carburantes (0,024 euros), nuevas tasas sobre el transporte aéreo y de ferrocarril, incremento de los impuestos especiales sobre el tabaco (dos céntimos) y las bebidas alcohólicas (un 8% de media) y una subida del IVA sobre el butano y el peaje de las autopistas (del 7% al 16%).

- Patronal. Más moderada, la CEOE considera que las rebajas de enero 'contribuyeron a que la tasa de inflación general permaneciera por debajo de la subyacente'. En una nota, dijo que el IPC de enero 'no es comparable' con el del mismo mes de 2001 por el cambio metodológico introducido en su medición. Para la CEOE, el descenso del IPC no sólo obedece a las rebajas, sino también a la disminución de los precios industriales.

- Consumidores. La indignación se apoderó de las organizaciones de consumidores. 'Por muchas rebajas que haya en este IPC, no se lo cree nadie', aseguró Antonio López, portavoz de la Confederación Española de Consumidores y Usuarios. 'No refleja la realidad que viven los ciudadanos', dijo Enrique García, director técnico de la Unión de Consumidores de España. 'La cifra no permite saber tampoco cuál ha sido la repercusión real de la introducción del euro', añadió García, que se pregunta cómo es posible que 'los comercios y las empresas se hayan comportado bien en España, y en Alemania la subida haya sido del 0,9%'.

Mientras, Juan Aguado, de la Organización de Consumidores y Usuarios, pidió que se den las cifras del IPC del año pasado de acuerdo con la nueva metodología, porque recordó que los expertos 'vaticinaban una subida de entre el 0,5% y el 0,9%'.

La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros fue tajante al calificar el dato de 'burla para los ciudadanos de a pie y un elemento de descrédito de este índice para toda la sociedad'.

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