La UE aparca el tema de los derechos humanos en sus relaciones con Pekín
Los Quince inciden más en el aspecto comercial de las negociaciones
La Unión Europea y China se han aproximado de nuevo tras un tiempo de desencuentros o de que los 15 gobiernos de la UE hayan llevado cada uno sus políticas por su cuenta. La última cumbre bilateral, celebrada el pasado septiembre, dejó diplomáticamente aparcado el problema de los derechos humanos, pero, en cambio, realzó la necesidad de una mayor cooperación no sólo en el terreno comercial, sino también en el político. Ambas partes se comprometieron a reforzar el diálogo político mediante más reuniones ministeriales y más consultas no sólo al más alto nivel.
Después de suscribir en la primavera de 2000 el acuerdo para la apertura de mercados, la UE apoyó sin reservas el ingreso chino en la OMC. Bruselas confía en que ello repercutirá positivamente y permitirá rebajar el déficit comercial, que arroja un saldo desfavorable de 40.000 millones de euros, el más elevado de la Unión con cualquier otro país.
Pekín se siente satisfecho con la postura europea de respaldar el principio de una sola China y de encontrar una solución pacífica al contencioso de Taiwan a través de un diálogo constructivo.
La UE no oculta la preocupación sobre el escaso respeto de las libertades en China y la situación en Tíbet y Xinjiang, así como el incremento de la pena de muerte y la persecución del movimiento espiritual Falun Gong. El Parlamento Europeo ha expresado en varias ocasiones su protesta al respecto y también la Comisión y el Consejo. Sin embargo, en la última cumbre bilateral celebrada bajo presidencia belga se pasó de puntillas al abordar la cuestión, y no hubo referencia explícita a esta inquietud. 'Ningún país es perfecto, y tampoco lo es China', declaró en septiembre en Bruselas el primer ministro Zhu Rongji, que aseguró que se están registrando grandes progresos y explicó que la Asamblea Popular ya ha ratificado el Convenio de Naciones Unidas sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y hay deseo de firmar el de Derechos Humanos.
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