Se vende empresa española para pagar rescate
La familia de un secuestrado dice estar dispuesta a todo para recuperar su libertad
La familia de Francisco Álvarez Monedero, el tarraconense secuestrado en Colombia por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el pasado mes de diciembre, está angustiada. Ni aun vendiendo la fábrica que Francisco y dos socios más montaron hace siete años en Cartagena de Indias lograrían obtener el millón y medio de dólares (1,68 millones de euros) que los secuestradores exigen como rescate y que se niegan a rebajar. Según sus estimaciones, con esa venta no lograrían reunir ni la mitad de la cifra demandada por los guerrilleros. Pero es que, además, la situación económica del país suramericano hace prácticamente imposible la venta. Y por si fuera poco, las FARC han amenazado a los socios de Álvarez, que permanecen en Colombia.
Álvarez Monedero fue raptado por delincuentes que lo 'vendieron' a las FARC
Uno de ellos, Eduardo Barrachina, lleva escolta desde principios de mes. Siente miedo. Por sí mismo, pero sobre todo por su amigo Francisco Álvarez Monedero. 'Eres objetivo militar', explica Barrachina que le espetaron los secuestradores en una llamada telefónica, después de que tratara de rebajar la cuantía del rescate solicitado para liberar a Álvarez.
El tercer socio, Juan González, regresará a España a finales de mes. Barrachina permanecerá en el país hasta que se produzca la esperada liberación de su compañero. Él es el único interlocutor de los secuestradores. 'Nuestra idea es marcharnos. Ésto afecta', explicaba ayer Barrachina desde Cartagena de Indias. 'Dejaremos la empresa a cargo de trabajadores de confianza. ¿Venderla? Ni lo hemos intentado, porque no está el país para eso, ¿quién va a comprar aquí?', asegura. Pero la familia está dispuesta a todo para lograr la libertad.
Barrachina, que conoció a sus socios en Vilaseca, una población al sur de Tarragona, reconoce que tiene miedo y que no puede dejar de pensar en Francisco, '¿Cómo estará? ¿Qué estará haciendo? Cuando llega la noche es terrible', dice Barrachina.
Tanto los socios que permanecen en Colombia como la familia no pierden la esperanza y no tienen queja ni de las autoridades colombianas ni de las españolas. La hermana de Francisco Álvarez, María José, agradecía ayer el trato recibido, así como el de los componentes del grupo antisecuestros de Colombia, conocidos como Gaula. 'Nos dicen que éste es un secuestro con los parámetros que se dan habitualmente allí, que será largo', explica la familia.
Los tres socios montaron la empresa Construcciones Metálicas del Caribe (COMECA) hace siete años en Cartagena de Indias. Francisco Álvarez Monedero, de 46 años, separado y padre de una hija de 20 que reside en Vilaseca, desapareció el pasado 9 de diciembre. Su coche apareció abandonado en la población de Sincelejo, a casi 190 kilómetros de Cartagena. Se sospecha que fue secuestrado por un grupo de delincuentes comunes que luego lo vendieron a las FARC, 'algo que acostumbra a suceder allí', dice María José.
La policía colombiana sostiene que Francisco podría estar en los Montes de María, al norte del país y no muy lejos de Cartagena. 'Tenemos que confiar en una solución diplomática, de negociación, porque económica es imposible', reitera María José, quien recuerda que ella es funcionaria de Correos y su madre y hermano son pensionistas.
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