Muere atropellada la madre de la niña de Málaga obligada a vivir en EE UU con su padre

Araceli Tortosa, la mujer de Málaga que estuvo huida diez meses con su hija Belinda para eludir una orden judicial que ordenaba la entrega de la niña de 7 años a su padre, murió ayer atropellada por un vehículo en una ciudad de Estados Unidos. Familiares de Araceli, de 42 años, informaron de que el suceso tuvo lugar sobre las 5.00 horas de la madrugada -hora española- cuando la mujer paseaba en una ciudad del Estado de Pensilvania, adonde acudió a visitar a su hija el pasado diciembre y de donde tenía pensado volver en marzo, fecha en la que debía asistir a un juicio en Málaga.

Los familiares, que están 'consternados' por la noticia, se encuentran en su domicilio de la capital malagueña iniciando los trámites para la repatriación del cadáver.

La plataforma creada por la Asociación de Padres y Madres del colegio La Latina de Marbella, donde estudiaba la niña durante los diez meses que estuvo huida, acudieron a la sede de la Subdelegación del Gobierno en Málaga para recabar más datos sobre este asunto y pedir la apertura de una investigación. La portavoz de la plataforma, Dolores Núñez, declaró que los 'escasos' datos sobre el accidente de los que dispone la familia de Araceli indican que 'se ha producido en extrañas circunstancias', ya que el atropello se originó en una carretera con poca circulación de una pequeña localidad y el vehículo 'se dio a la fuga'. Patricia Harrei Tortosa, hija del primer matrimonio de Araceli Tortosa, aseguró ayer que la muerte de su madre, atropellada por un coche que se dio a la fuga 'no es un accidente'.

La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Málaga dictó en mayo de 2000 un auto para que la menor fuera entregada a su padre, Jerry K., al resolver a favor de éste el recurso que presentó contra la decisión del juzgado encargado del caso, que consideraba que la niña debía permanecer con su madre.

Este mismo juzgado encargó en su día un estudio psicológico sobre las consecuencias que tendría para la pequeña trasladarse a vivir con su progenitor, que dieron como resultado que la separación de la madre podría ocasionar perjuicios a Belinda. Antes de hacerse efectiva la entrega de Belinda a su padre, ella y su madre huyeron en julio de 2000 y durante diez meses estuvieron en paradero desconocido hasta que el pasado 30 de mayo la Policía Nacional encontró a la niña en el colegio de Marbella donde estudiaba y la internó en un centro de acogida de menores. El pasado 5 de junio el padre de Belinda se marchó con su hija a EE UU.