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"No quiero que me corten el agua"

El padre de los cuatrillizos de Canet de Mar reclama más ayudas para las familias numerosas y comienza una marcha para lograr que le reciba Pujol

'Mi protesta no sólo es para que nosotros podamos salir adelante; también quiero que las familias con tres, cuatro o cinco gemelos, o las más humildes, tengan las ayudas que se merecen. Con las 80.000 pesetas al año que actualmente dan [las administraciones] por bebé es imposible pretender que la gente se anime a tener hijos'. Así de contundente se muestra Francisco Aranda, padre de los cuatrillizos de Canet de Mar (Maresme), que el próximo 23 de febrero cumplirán un año.

Y es que Aranda se declara totalmente desesperado: 'He avisado al Ayuntamiento de que, si no pueden ayudarnos, nos van a tener que cortar el suministro de agua. Yo no lo puedo pagar', dice. Por eso ha empezado a recoger firmas para conseguir que le reciba el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. 'Le llamé la semana pasada, pero no pude hablar con él, me pasaron de secretaria en secretaria. Quiero exponerle los problemas con los que me encuentro para afrontar la situación en la que vivimos'.

Para conseguir el apoyo a su campaña en favor de más ayudas para las familias numerosas, Aranda inició ayer un plan que lleva tiempo estudiando. Para lograr que el presidente del Gobierno catalán le atienda en persona, está dispuesto a manifestarse cada día con pancartas y cochecitos ante los ayuntamientos de cada una de las 11 poblaciones que separan Canet de Mar de Barcelona, hasta acabar en la plaza de Sant Jaume, sede de la presidencia de la Generalitat. Ayer inició sus sentadas ante el edificio consistorial de la población donde vive, Canet.

Aranda llevará en su periplo dos pancartas: en una solicita entrevistarse con Pujol y en la otra pide a los transeúntes su firma. Pretende reunir 10.000 y presentarse con ellas ante Pujol. Para llamar la atención lleva también los coches de sus hijos, pero sin los niños. 'Sólo llevo muñecos. No quiero limosna', afirma; 'mucha gente se ha ofrecido desde que nacieron nuestros niños y conocieron nuestro caso a través de la prensa. Lo que pido es ayuda de las instituciones'.

El matrimonio formado por Francisco Aranda y María Luisa Costa tiene cinco hijos. Nada les hacía pensar que, de la noche a la mañana, pasarían a formar parte del 1.500.000 familias catalogadas como numerosas en toda España (el 20% del total). Estefanía, la mayor, tiene ahora nueve años y al ir a buscarle un hermano mediante inseminación artificial, se encontraron con la sorpresa de un embarazo múltiple del que nacieron Fran, Tania, Alba y Lorena.

Los siete miembros de la familia Aranda-Costa sobreviven con el sueldo del padre -120.000 pesetas mensuales por su trabajo de camarero- y con las 54.000 pesetas mensuales de ayuda familiar que recibe la madre, que no puede trabajar por tener que cuidar a los niños. 'Lo que quiero decirle a Pujol es que, en casos como el nuestro, no se puede dar sólo 80.000 pesetas al año por hijo. Lo mínimo sería que, hasta que tuvieran tres años, las instituciones se hicieran cargo de los productos esenciales para un bebé como son los pañales, la leche y los productos farmacéuticos. Le enseñaré las facturas, que juzgue y me dé una solución'.

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Para hacerse una idea de la cantidad de dinero que representa mantener a cuatro recién nacidos, Aranda muestra dos facturas que le acaban de llegar: 68.000 pesetas de luz y 18.000 de agua. 'Pedí una rebaja a la compañía del agua, pero me han dicho que es imposible. La alcaldesa se comprometió a echarnos una mano y ahora las asistentas sociales nos dicen que los pañales que tienen son para los emigrantes', sostiene el padre.

El anterior alcalde se ofreció como avalador en la compra de su vivienda por la que pagan 40.000 pesetas al mes de hipoteca. Durante seis meses tuvieron pañales gratis y alimentos infantiles para todo un año. Los gastos, sin embargo, también se incrementaron. Con la ayuda de la familia, tuvieron que adquirir un coche con capacidad para nueve personas con el que se desplazan hasta el hospital de la Vall d'Hebron de Barcelona y hasta Mataró, donde los bebés hacen gimnasia de estimulación. 'Intentamos ir en tren, pero los carritos no entraban por la puerta del vagón', se justifica Aranda.

La madre, María Luisa Costa; la hija mayor, Estefanía, y las dos abuelas con los cuatro niños.
La madre, María Luisa Costa; la hija mayor, Estefanía, y las dos abuelas con los cuatro niños.ARDUINO VANNUCCHI

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