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Torres Hurtado manda bloquear los tractores de COAG para evitar nuevos cortes de tráfico en Sevilla

Los agricultores burlaron el control policial y volvieron a impedir la circulación en la ciudad

'No van a salir por las buenas otra vez, que estén en la plaza no me importa, porque es del Ayuntamiento, no mía; pero no van a salir'. El delegado del Gobierno central en Andalucía, José Torres Hurtado, dejó claro ayer con estas palabras su intención de bloquear el paso al millar de tractores que COAG ha acumulado los últimos diez días en la plaza de España de Sevilla, sede de la Delegación del Gobierno, en protesta por la normativa estatal sobre el algodón. Al mediodía, los agricultores consiguieron burlar el control policial y volvieron a cortar durante una hora una de las principales avenidas de la ciudad.

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Diez días de protestas contra una orden y un decreto en redacción

COAG, que había decidido radicalizar su movilización tras el fracaso de las negociaciones con la Delegación del Gobierno el pasado viernes, intentó utilizar los tractores para apoyar su principal acto de protesta: el corte del AVE en la estación de Santa Justa. Varias decenas de tractores trataron de ocupar las vías a la altura de la barriada hispalense de Valdezorras, pero un amplio dispositivo policial impidió esta acción.

Lo que no pudieron evitar los agentes del Cuerpo Nacional de Policía fue que un grupo de agricultores cortaran de nuevo una de las principales arterias de la ciudad, la Avenida de la Palmera, sobre las 14.30 de la tarde, hora punta del tráfico en la capita hispalense. La policía había tomado precauciones y, por primera vez, había bloqueado las salidas de la plaza de España, pero los algodoneros aprovecharon que no había suficiente vigilancia en el parque de María Luisa, colindante con la plaza y, atravesando el parque, llegaron a la avenida y cruzaron los tractores.

Tras este corte de tráfico, una nueva concentración en los accesos del aeropuerto y, sobre todo, tras los incidentes en la estación de Santa Justa, donde un millar de agricultores cortaron el AVE durante 15 minutos, el delegado del Gobierno convocó una conferencia de prensa a las 18.00 para hacer público su nueva actitud ante las protestas de los algodoneros. Hasta ayer, la duración y localización de las concentraciones de tractores estaban pactados con la Delegación.

'COAG está utilizando los tractores para defender intereses políticos', acusó Torres Hurtado, tras anunciar que había dictado una resolución para el bloqueo de los tractores que sean empleados en 'desórdenes públicos'.

El delegado del Gobierno recordó que el Ministerio ha aceptado algunas de las reivindicaciones de COAG: elevar de 7,5 a 10 hectáreas la excepción a la rotación obligatoria de cultivo y la decisión de no impugnar la orden de la Junta para esta campaña que limita el cobro de la ayuda europea a aquellos algodoneros que hayan plantado en alguno de los tres últimos años, como le pedía el sector. El acuerdo fue imposible el pasado viernes porque Torres Hurtado exigió la unanimidad del sector y Asaja se opuso.

Además, el delegado indicó que hay otro punto de desacuerdo con COAG. La asociación agraria quiere que se quite del decreto (aún en redacción) el párrafo que establece la rotación como única vía de limitación del algodón -el sector quiere evitar que la sobreproducción eleve las penalizaciones en las ayudas comunitarias-; la elimitación de este párrafo facultaría a la Junta a elaborar órdenes como las de esta campaña (el Ministerio ha elevado una consulta a Bruselas), que introducen un nuevo elemento de limitación del cultivo: reservar el cobro de ayudas a los algodoneros tradicionales.

'COAG pretende que el Gobierno ceda sus competencias a la Junta lo que significa que ya no juega con intereses económicos de los algodoneros, sino con los políticos; y eso lo entiendo del consejero de Agricultura, pero no de una organización del sector'.

El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, ante el endurecimiento de las protestas de los algodoneros indicó que 'no admitirá violencia ni la utilización política, por parte de determinadas fuerzas' y se enrocó en su posición: 'El Gobierno está dispuesto a dialogar para conseguir soluciones beneficiosas para el sector, pero no aceptará que algunas organizaciones o la Junta utilicen este tema para sus intereses'.

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