Las masonas preparan la creación de la Obediencia Femenina Española

Discretas, pero no secretas. Dirigentes de la masonería femenina española convocaron ayer a la prensa en un hotel de Madrid para anunciar la apertura de una nueva logia y su propósito de extenderse por varias regiones antes de crear la gran logia nacional con el nombre de Obediencia Femenina Española. Al acto acudió la gran maestra de la logia femenina de Francia, Marie France Picart.

Superadas las cicatrices de la brutal represión por la dictadura del general Francisco Franco, la masonería femenina quiere recuperar la impronta que masonas como Emilia Pardo Bazán, Concepción Arenal, Rosario de Acuña o Ángeles López de Ayala dejaron en la sociedad de principios del siglo XX. Para ello, han decidido salir al público, la mayoría sin miedos, aunque algunas todavía con los recelos que perviven tras muchos años de persecuciones y experiencias recientes de 'hermanas que perdieron el empleo cuando sus jefes descubrieron su condición de masonas', explicó Rosa Tur, historiadora de la masonería y masona ella misma en una logia catalana.

Los masones recuperaron su condición legal en 1979, cuatro años después del fin de la dictadura, pero la primera logia femenina no se abrió hasta 1984 en Barcelona. Ahora funcionan cinco logias exclusivamente femeninas, dos en Madrid, dos en Barcelona y una en Girona, y próximamente se creará una más en Zaragoza. La previsión de las dirigentes reunidas en Madrid es abrir pronto alguna logia más en provincias -a ser posible en Andalucía, País Vasco y Asturias-, para posteriormente abordar la creación de la Federación Española de la Obediencia Femenina, que agrupe a todas.

Ahora, las masonas españolas dependen de la francmasonería, en concreto de la Gran Logia Femenina de Francia (GLFF), la primera en el mundo con 101 años de antigüedad, 11.000 mujeres y 360 logias. Su gran maestra, Marie France Picart, presente en Madrid para apadrinar la fundación de la logia Templanza, negó ayer que las masonas tengan aún vocacion de clandestinidad. 'Secretas no, pero sí discretas', dijo. 'Cada masona es libre de decir si lo es. Incluso hay gente que dice que es masón cuando no lo es. Nuestro trabajo en logia es privado, como en cualquier empresa el trabajo de un consejo de administración', añadió.La conquista de un lugar en la masonería para las mujeres ha llevado su tiempo, a pesar de tratarse de una organización inequívocamente liberal y, por tanto, promotora de la igualdad sin diferencias de sexo, raza, religión o conciencia. De las dos tendencias masonas -las autodenominadas regulares y las llamadas liberales-, la primera cumple con la tradición y no admite mujeres, en tanto que en las obediencias liberales existen logias exclusivamente masculinas, sólo femeninas y también mixtas.