Los caprichos del presidente
El titular de la Diputación de Alicante, Julio de España, acumula casos de uso bienes públicos para fines privados
Se autodefine como 'este presidente'. Y se trata nada más y nada menos que de Julio de España, titular de la Diputación de Alicante, del PP. Sus seis años al frente del gobierno de la Corporación provincial están jalonados con múltiples decisiones estrafalarias u ocurrencias - parafraseando al líder nacional de los populares, José María Aznar- quizás inocuas desde el punto de vista político. Sin embargo, a este matiz grotesco de su gestión hay que sumar otro aspecto, éste con más calado político: otro sinfín de decisiones en las que la línea de separación entre bien público y uso privado es inapreciable. El último caso en este ámbito ha sido la participación de diputados provinciales del PP en cacerías celebradas en fincas rústicas, propiedad de la Diputación. El caso no admite discusión, porque fue reconocido públicamente por uno de los diputados cazadores, José María Rubio, responsable del área de Medio Ambiente.
De España dispone de una jugosa partida para financiar actos folclóricos y deportivos
El presidente llegó a viajar en coche oficial hasta Francia para ver una corrida de toros
En su primeros cien días al frente de la Diputación, De España ya dejó muestras explícitas del carácter de su mandato en el que el apego por el folclore y los tics de la España cañí pasarían a ser huellas indelebles.
Así, en noviembre de 1995, Julio de España presentó un balance de sus primeros cien días de gestión cuanto menos peculiar, que, entre otros actos, incluía la organización de un concurso de petanca y la elaboración de un escudo e himno provincial, iniciativas que se completaron con una nueva carta comarcal de Alicante plagada de errores.
Gestos y actuaciones financiados de los jugosos fondos del presupuesto con el que De España blindó el área de Presidencia de la Diputación. Una partida que se ha duplicado en tan sólo tres años, al pasar de los 151 millones de pesetas presupuestados en 1999 a los 300.598 (1,8 millones de euros) previstos para 2002. La evolución al alza del gasto de Presidencia ha sido constante.
La arbritariedad en las actuaciones del presidente, Julio de España, inunda todos los ámbitos y campos. Conocida es su afición al futbol y al deporte en general. Esta vocación le ha llevado a otorgar otra ayuda en la que subyacen motivaciones endogámicas. De España subvencionó con 1,5 millones de pesetas el primer Torneo Diputación de Alicante de Fútbol Infantil en el año 2000. Sin embargo, al año siguiente, la ayuda de 2,7 millones fue para el segundo Torneo de Diputación de Alicante de Fútbol Cadete. El cambio de categoría, según el PSPV, tiene una explicación lógica y biológica: 'su hijo [el de Julio De España] ha crecido y ha pasado de categoría infantil a cadete', explica un portavoz del grupo socialista de la Diputación.
Sus gustos deportivos también llevaron a De España en junio pasado a viajar hasta los Pirineos franceses para asistir a dos etapas del Tour de Francia, y animar al equipo Kelme Costa Blanca, que patrocina la Diputación.
Y junto a los deportes la otra afición del presidente provincial son los toros. Conocidos son los concursos de fotografías y poesías que con temática taurina la Diputación de Alicante subvenciona, así como la escuela de toreros noveles.
Otra polémica relevante surgió cuando José Maria Rubio, el diputado de las cacerías, y el presidente Julio de España, con sus respectivas esposas, acudieron en coche oficial a Béziers para ver una corrida de toros.
También levantó polémica la felicitación en exclusiva que De España hizo a pueblos gobernados por el PP, y excluyendo a los del PSPV. La lista se completa con la compra de coches oficiales, los viajes al Caribe y el encargo de pintar los retratos de todos los presidentes provinciales.
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