Amarga experiencia
Por mediación de este periódico quiero hacer llegar al mismo mi amarga experiencia del caos hospitalario vivido en urgencias el día 2 de enero, a las dos de la madrugada, en el hospital Clínico.
Ingresé en dicho hospital a un familiar y nos comunicaron que había una demora en poder atendernos de cuatro a cinco horas.
Las urgencias abarrotadas, mi familiar con 39,5 de fiebre (no le remitía la fiebre con paracetamol); nos mandaron sentarnos en una silla de madera, como otros tantos en la misma o parecida situación.
Después de una espera de casi una hora se desmayó; a mis voces de auxilio vino de inmediato una doctora (mientras tanto tuvo que dejar a otro paciente al que estaba atendiendo), vieron que mi familiar tenía en ese momento 9-5 de tensión, y al ver el cariz que tomaban las cosas, ya no hubo que esperar en la silla.
Le pusieron en una camilla, donde revisan los médicos normalmente, en la cual, al ser de una dimensión pequeña, se le salían los pies y medio cuerpo, pero nosotros éramos unos privilegiados, teníamos un despacho donde había de todo y una 'cama'.
Después de 12 horas en esta situación, nos dieron 'alojamiento' en una habitación con cinco más, pero nosotros éramos felices, ¡por fin teníamos cama para mi familiar!
Ya lo habíamos conseguido, otros estaban en turno, ancianos en situación deplorable, pero esto no importa a los que gestionan el hospital; los viejos y los enfermos no suelen importar a los burócratas y a los malos políticos.
También les diré que posteriormente, después de estar mi familiar ingresado en la séptima planta, ala norte, pude comprobar que desde que ingresó y hasta su posterior salida estaban desocupadas las habitaciones 29-1-2, 29-3-4, 30-1-2, 30-34. Incomprensible. Por tanto, es falso, como dijo Telemadrid, que estuviera colapsado por un brote de gripe, que no había camas y los estaban derivando a otros centros hospitalarios; otra vez falso.
Por todo ello, hago esta denuncia mediante este periódico, para hacer llegar a quien corresponda (junta directiva) que son unos ineptos los que gestionan el hospital Clínico, y lo mejor que pueden hacer es dimitir a favor de los enfermos que allí nos vemos obligados a ir.
Seremos muchos los que se lo agradeceremos y, de paso, veremos que nuestros impuestos se gestionan en su justa medida.
También quiero hacer llegar que la labor de los médicos y enfermeras son de nota alta y 'curran' a una velocidad impresionante y con un estrés que no sé cómo lo pueden soportar.
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