Josep Piqué renuncia a proponer el lunes un plan de paz europeo por falta de consenso en los gobiernos de la UE

Los ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros de la Unión Europea no aprobarán ningún plan de paz en el Consejo de Asuntos Generales que celebrarán el próximo lunes en Bruselas. En rigor, ni siquiera discutirán una verdadera iniciativa europea, ya que el canciller español, Josep Piqué, ha renunciado a presentar la propuesta formal que, como presidente de turno del Consejo, anunció en Cáceres el pasado sábado. El motivo es claro: en un ambiente dominado por las presiones de Washington para que no haya nuevas propuestas, las opiniones de los Quince están aún más divididas que hace una semana y es imposible encontrar un denominador común significativo.

Piqué decidió esta renuncia tras consultarla el pasado jueves en Madrid con el alto representante del Consejo para la PESC, Javier Solana. Los dos mandatarios volverán a verse para cenar, en Bruselas, el domingo.

Como resultado de la reunión del jueves, el ministro español ha elaborado un nuevo documento de síntesis del estado actual del debate europeo sobre Oriente Próximo, similar al que presentó en el Consejo informal de Cáceres. El nuevo resumen, más conciso que el anterior, ya que consta de sólo dos folios en lugar de cinco, servirá de base para el encuentro del lunes y estaba siendo enviado anoche a los Quince.

El documento recoge el mismo consenso básico ya debatido en Cáceres en torno al plan elaborado por el ministro de Exteriores israelí, Simón Peres, y el presidente del Parlamento palestino, Abú Alá, de crear el Estado palestino antes de que se reanuden las negociaciones de paz, y no al término de las mismas como se preveía en los acuerdos de Oslo. La nueva redacción incluye, sin embargo, algunos cambios formales que reflejan la última evolución del debate.

La síntesis de Cáceres insistía, por ejemplo, en el principio de 'primero, el Estado palestino', que ahora se sustituye como tal por una exposición de que primero hay que lograr condiciones de seguridad, mediante el cumplimiento de los informes de los enviados norteamericanos Tennet y Mitchell, y luego crear el Estado palestino como paso 'intermedio'.

El cambio de matiz parece reflejar las últimas declaraciones de los ministros británico, Jack Straw, y alemán, Joshka Fischer, que, aun criticando el discurso del presidente George Bush sobre el eje del mal, han insistido en que la seguridad es el primer aspecto fundamental a abordar en Oriente Próximo. La Administración estadounidense ha hecho saber durante la semana pasada, en reiterados contactos telefónicos con las principales capitales de la Unión, que, tras haber reafirmado su aceptación de Yasir Arafat como interlocutor, espera que la UE no dé ningún paso que pueda contribuir a relajar la presión en los temas de seguridad sobre el líder palestino.

El otro eje del nuevo documento de Josep Piqué es la idea, que ya fue afirmada por el Consejo de Asuntos Generales del pasado 28 de enero, de que, paralelamente al progreso en la seguridad, hay que avanzar hacia la recuperación de la perspectiva política del conflicto. Es el eco de la posición de Francia, que plantea incluso la celebración de elecciones en los territorios. Se trata, al menos, de que siga el debate.