Un Festimad reivindicativo
El macrofestival musical vuelve al Soto de Móstoles como 'una alternativa cultural al 'botellón', según sus organizadores
Alternativo, independiente, vanguardista, arriesgado. Festimad 2002, que sentará otra vez sus bases en el Soto de Móstoles los días 24 y 25 de mayo, sigue manteniendo sus señas de identidad y su apuesta por la música pop y rock más moderna. Pero este año, según manifestaron ayer los responsables de esta gran cita festiva, nace desde la precariedad de medios, lo que parece intensificar su espíritu reivindicativo. Más apoyo al ocio juvenil y más espacios para la música son peticiones que no se cansan de repetir quienes organizan el festival (www.festimad.es), ya en su sexta edición y consolidado en distintas órbitas.
Porque llegan a la gran acampada de Festimad chicos y chicas de todo Madrid, de todo el territorio nacional y de otros países europeos. Está previsto que más de 20.000 personas (en su mayoría de entre 18 y 25 años) acudan a cada una de las dos jornadas de Festimad 2002. A partir de hoy podrán comprar sus entradas en centros comerciales y tiendas musicales. El precio de salida son 36 euros (6.000 pesetas) un día y 59 euros (9.800 pesetas) el abono de dos días. Dependerá de las circunstancias que ese alto precio (el año pasado, el abono costaba 5.000 pesetas) se rebaje.
'La escasa subvención de las administraciones hace que los espectadores tengan que costear el 70% del precio de las entradas', explicó Julio Muñoz, director del macrofestival, quien resaltó que las instituciones públicas 'financian el 80% de otros espectáculos musicales o de teatro que suelen ir a ver los padres de quienes acuden a Festimad'. '¿No se considera que el pop o el rock son cultura?', cuestionó Muñoz, y aprovechó para presentar el festival como 'una alternativa al botellón'.
De hecho, en el recinto no se venderá alcohol de graduación superior a seis grados; no se darán bebidas alcohólicas a menores de edad y sólo se permitirá introducir dos envases de plástico por persona. Los organizadores y patrocinadores de Festimad presumen de la seguridad y del 'civismo modélico' de los asistentes.
Pero el pequeño escenario del teatro Alfil fue ayer caja de resonancia de quejas sobre falta de apoyo y de dinero a 'este evento cultural', expresadas por la organización. 'El presupuesto de este año es de 250 millones de pesetas (1.502.530 euros). El Ayuntamiento de Móstoles aporta 30 millones de pesetas y la Comunidad, a través de su Consejería de las Artes, da 25', señaló Muñoz.
Le secundaron Iván García Yustos, concejal de Juventud y Cultura de Móstoles, y José María Palacios, responsable de Media Festivals (empresa de Gran Vía Musical que se ha asociado al festival por cinco años). 'Es fundamental una ayuda institucional más clara para el pop-rock', afirmó Palacios. 'Festimad es una realidad cultural de Madrid, es imprescindible que las autoridades se pringuen', dijo por su parte el concejal, quien agregó que se apoyarán otras actividades culturales y de contenido social'. Y así, mensajes positivos sobre medio ambiente o sexualidad se mezclarán con los ritmos que lancen los músicos.
Festimad no ha hecho esta vez su presentación pública como Festimad Metrosur, como sucedió en su edición de 2001. 'Aún no tenemos confirmación de que podamos contar con la subvención de Metro', se quejaron los organizadores. Por su parte, Metro asegura que las puertas no están cerradas. El pasado año aportó unos 20 millones de pesetas, entre publicidad e inversión directa. En estos momentos, afirman fuentes de la empresa, 'se están intentando calibrar las partidas destinadas a cultura, dentro del ajustado presupuesto'. Entre las prioridades de Metro figuran proyectos de exposiciones y espectáculos dentro de las estaciones, pero no descartan futuras ayudas a Festimad.
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