Pujol critica a Blázquez por decir que Cataluña gasta mucho en folclore

'En temas de identidad, todo el mundo gasta dinero', sentenció ayer el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, en una conferencia de prensa en Madrid en la que quiso subrayar que ese tipo de gastos no es patrimonio de los nacionalismos periféricos, sino que también dedica a ello recursos públicos el Gobierno central. Pujol aprovechó para tachar de 'irresponsable' al consejero de Economía de la Comunidad de Madrid, Luis Blázquez, por haber afirmado [en referencia a la pasarela de moda Gaudí] que en Cataluña se gasta mucho dinero en simbología, en identidad y en folclore, y poco en tecnología.

'¿Cuánto cuesta mantener la Real Academia? ¿Y el Instituto Cervantes?', se preguntó Pujol. Y a continuación subrayó que en Cataluña la identidad, la lengua y la cultura las deben proteger las instituciones catalanas. 'Lo dicho por el consejero [de Economía de la Comunidad de Madrid] es agresivo, ofensivo y de muy poca categoría, además de falso', manifestó Pujol. 'Lo que sucede es que a él se lo dan hecho', agregó el presidente catalán, que terminó con esta sugerencia: 'Creo que el presidente de la Comunidad de Madrid [Alberto Ruiz-Gallardón] tiene que ver qué pasa con sus consejeros'.

Según recordó Pujol, Blázquez afirmó la pasada semana: 'Nosotros [en referencia al Gobierno madrileño] gastamos en cosas serias, en tecnología, y ellos [la Generalitat] se gastan en cuestiones de identidad, en folclore'. 'Esto es falso', insistió el presidente catalán. 'En temas de identidad todo el mundo se gasta dinero. El señor Blázquez no se ha debido de dar cuenta de que esto lo hacen todos los países, como Francia, que gasta millones de francos en su política de identidad', añadió.

Tras subrayar que Cataluña 'representa el 28% de las exportaciones de España, Barcelona el 23,5% y Madrid el 10%', Pujol dio por zanjado el conflicto con estas palabras: 'Queremos creer que se trata de ignorancia, precipitación y simplemente un cierto punto de sectarismo. Hay que respetar estas cosas, yo no me permitiría hacer bromas de ciertas simbologías de lo castizamente español'.