Una persona se suicida después de matar a otras 10 en Suráfrica

Un surafricano mató ayer a 10 personas después de reñir con su novia y antes de volver el arma contra él y pegarse un tiro. El tiroteo se produjo en la ciudad costera surafricana de East London y se trata del último en una serie de asesinatos que han hecho ganar a Suráfrica la reputación de ser uno de los peores países por la violencia criminal que padece.

La policía identificó al atacante como Bulelani Vukwane, de 29 años. 'Personas de una misma familia fueron asesinadas de una forma brutal. Es la primera vez en mis 16 años de servicio que he visto a tantos policías realmente emocionados por lo que han encontrado', declaró Gops Govender, detective jefe de la citada ciudad, donde se han producido los hechos.

'Atribuimos todo esto a una ruptura de relaciones', añadió Govender. Vukwane cometió los asesinatos al no encontrar a su novia en el domicilio de sus padres durante una fiesta familiar. El presunto homicida salió a buscarla a un bar, y al ver que tampoco estaba allí pegó un tiro al propietario del establecimiento, Nosisi Skweyiya, de 59 años.

Luego regresó al domicilio de la novia, y al ver que estaba allí, Vukwane la disparó a bocajarro en la cabeza y luego lo hizo contra el padre de la chica.

Ahí no acabó todo. Además de los tres primeros asesinados, a continuación mató a otras siete personas: en el bar que visitó antes y en la calle al disparar contra vehículos y peatones. Luego se pegó un tiro al verse cercado por la policía.

Además de los diez muertos, otras siete personas resultaron heridas de bala. Algunos de ellos pudieron contar su buena suerte. Una anciana declaraba desde su cama en el hospital de East London que Vukwane empezó a golpearla con la culata de su pistola, pero pudo escapar de la muerte.

Altos índices de violencia

Suráfrica sufre altos índices de violencia criminal, propiciada por la enorme disparidad de salarios y la pobreza existente. A los jóvenes de los barrios negros les cuesta mucho encontrar trabajo en un país con un índice de paro del 30%.

Según las estadísticas policiales, el número de asesinatos cayó de 50,9 por 100.000 habitantes en 1994 a 33 por 100.000 en los primeros nueve meses de 2001, pero aun así, los 15.000 que se produjeron en esos primeros nueve meses del año pasado igualan al total de asesinatos cometidos en Estados Unidos, con una población seis veces mayor, durante todo el año 2000.

Uno de los últimos crímenes en masa cometidos también en Suráfrica se produjo en 1999, cuando en un arrebato de violencia un oficial negro del Ejército mató a siete soldados blancos en una base militar y a un civil, también blanco, antes de ser abatido a tiros por sus compañeros.