Pacto local
El Partido Popular pretende tener listo esta misma semana su primer borrador sobre el llamado Pacto Local con el que se quiere llevar a cabo la segunda descentralización desde las autonomías hasta los ayuntamientos. El secretario general de los populares, Javier Arenas, ya ha anunciado que se ofrecerá un acuerdo sobre esta materia a los restantes partidos políticos, incluidos los nacionalistas, aunque reconoce que para su viabilidad se considera como imprescindible el entendimiento entre el PP y el PSOE.
Tendremos, por tanto, que esperar a la presentación de ese borrador para conocer más detalles de esta propuesta, que se va a convertir en un eje básico del debate político durante los próximos meses. No obstante, ya se sabe que contempla un traspaso notable de competencias, que están en la actualidad en manos de la Administración regional, hacia los ayuntamientos, que se convertirían así en un núcleo más esencial aún como prestador de servicios al ciudadano.
El reto se presenta difícil de conseguir, ya que desde un primer momento la iniciativa, lanzada oficialmente en el último congreso popular, ha contado con el rechazo frontal de una de las principales fuerzas nacionalistas, como es CiU, con Jordi Pujol al frente, así como con las reticencias de otros, como ocurre con el presidente de la Junta, Manuel Chaves. A los socialistas no les huele bien la iniciativa y ya denuncian una operación subliminal del PP para enfrentar a las comunidades autónomas y ayuntamientos.
Segunda modernización
En cualquier caso, la oferta no deja de constituir todo un proyectil de largo alcance de los populares. Por un lado, ponen en el disparadero a las autonomías frente a unos ayuntamientos que se ven desbordados a diario por las continuas demandas de sus vecinos. Pero por otro, constituye un método eficaz para contrarrestar, en el caso de esta comunidad, la ofensiva del PSOE con la puesta en marcha de la Segunda Modernización de Andalucía. Como se ve, campaña contra campaña, lo que hace suponer que en los próximos meses asistiremos a todo un choque de trenes a las puertas ya de las elecciones municipales, circunstancia que hace menos creíble para el PSOE un planteamiento de Pacto Local del que no quieren ni hablar, a no ser que vaya acompañado de la correspondiente aportación financiera que lo haga viable.
Una cita electoral que, por lo demás, está obligando al PP a gastar más energía de la que esperaba en tratar de convencer a todos del liderazgo de su presidenta regional, Teófila Martínez. El afán de no querer decir si de nuevo va a compatibilizar su función como alcaldesa de Cádiz y candidata a la presidencia de la Junta en las próximas elecciones autonómicas, bajo la excusa de no desvelar así sus planes al contrincante, suena a argumento ingenuo que difícilmente puede ocultar las diferencias internas que este asunto está generando en el seno del PP.
Una formación política que, además, en estos días tendrá que hacer frente a nuevas movilizaciones de los algodoneros andaluces que mantienen una resistencia numantina a la orden del ministro de Agricultura y Pesca, Miguel Arias Cañete, de limitar este cultivo que tanta repercusión social tiene en el campo andaluz. Movilización de protesta que se unirá a la de los mineros onubenses reclamando soluciones alternativas de una vez por todas a la crisis del sector.
Y como telón de fondo, las reivindicaciones en favor de las políticas activas de empleo que se plantearán en el primer pleno de este año en el Parlamento andaluz y más tarde en diputaciones y ayuntamientos, configurándose un escenario en el que el Partido Popular corre el riesgo de nuevo de quedarse aislado, tal y como ocurrirá sin duda con el pronunciamiento que hará la Cámara igualmente sobre la presentación de un recurso en el Tribunal Constitucional contra la LOU por considerarse que esta norma vulnera la autonomía. Se convertirá así la Cámara andaluza en la primera en dar un paso de este tipo contra el polémico texto.
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