Más de 1.800 mujeres ejercen la prostitución en Euskadi

La prostitución femenina en el País Vasco ha experimentado durante los últimos diez años un crecimiento significativo debido especialmente a la llegada de un número importante de mujeres extranjeras. Más de 1.800 mujeres ejercen en estos momentos esta actividad alegal en los tres territorios históricos y la mayoría de ellas no son españolas. El Instituto Vasco de la Mujer-Emakunde ha elaborado, en cumplimiento de un mandato parlamentario, un estudio sobre la prostitución en el País Vasco que analiza de forma detallada aspectos tanto cuantitativos como cualitativos de la actividad. Finalmente, plantea diversas recomendaciones a la Administración.

El informe cifra en 1.780 las mujeres que ejercen actualmente la prostitución en Euskadi, tanto en la calle como en clubes y pisos. Sin embargo, el que este dato incluya sólo los pisos localizados en los anuncios de prensa e Internet y la imposibilidad de disponer de estadísticas sobre la prostitución de lujo hacen que el número total sea en realidad superior. Casi siete de cada diez prostitutas que ejercen esta actividad en el País Vasco lo hacen en clubes de alterne, el 23% trabaja en pisos y el restante 9%, en la calle.

El estudio concluye que este colectivo ingresa anualmente 39,1 millones de euros (6.500 millones de pesetas), lo que sitúa el sueldo mensual medio de estas mujeres en 1.829 euros (304.333 pesetas). No obstante, existen grandes diferencias entre las prostitutas de calle, que pueden cobrar 2.000 o 3.000 pesetas por servicio, y las que trabajan en clubes o pisos, que pueden superar ampliamente las 10.000 pesetas. El dinero que mueve este negocio en el País Vasco, teniendo en cuenta los beneficios del resto de personas involucradas en el sector, supera ampliamente esos 39,1 millones de euros.

Diferencias por provincias

Un análisis por provincias permite apreciar sustanciales diferencias. Casi la mitad de las prostitutas trabajan en Vizcaya, un 31% en Guipúzcoa y el 19% en Álava. La prostitución de calle, la más marginal, ha desaparecido por completo en Guipúzcoa y tiene una presencia residual en Álava, mientras mantiene todavía un cierto peso en Vizcaya y, fundamentalmente, en la zona de Las Cortes de Bilbao, donde siguen trabajando 130 mujeres. Guipúzcoa destaca como la provincia donde más clubes existen (un 45% del total).

Esta actividad ha experimentado desde mediados de los años noventa un crecimiento significativo, con la presencia mayoritaria de extranjeras, que suponen ya entre el 80% y el 90% de las prostitutas que trabajan en Euskadi, y una transformación importante en cuanto a los lugares y espacios para su ejercicio.

La llegada de prostitutas extrajeras comenzó a principios de los noventa y se intensificó desde 1995. La mayoría procede de Latinoamérica, aunque en los últimos años se aprecia la llegada de un número importante de mujeres de la antigua URSS o Polonia. Su perfil es común: mujer joven y soltera, con hijos a su cargo, que quiere conseguir dinero rápidamente.

La masiva introducción de extranjeras en este mercado ha provocado un aumento importante de la oferta, una mayor competencia y, por ello, una disminución de los beneficios por persona. Al tiempo, se ha producido otro fenómeno: la oferta se está trasladado de los clubes urbanos y la calle a macrocentros en zonas metropolitanas que aseguran un mayor anonimato a la clientela y son un negocio más rentable para los propietarios.