Sanidad cruzará datos con la policía para detectar clínicas ilegales

La Consejería de Sanidad ha cerrado en la última semana cinco centros sanitarios que incumplían, presuntamente, la ley. Todas las clausuras se han realizado tras denuncias de los pacientes. El primero en ser precintado fue el centro Icema, en el que murió Débora Catalán, y el último, el local en el que un falso médico, Vicente Puig López, facilitaba píldoras para adelgazar. Además, Sanidad ha descubierto la consulta de un podólogo en una tienda electricidad de El Álamo, un quirófano sin el material necesario en una clínica de la Castellana y una consulta de medicina general que abrió sin licencia.

La muerte de Débora Catalán en el centro de estética Icema, el pasado 25 de enero, ha empujado a muchos pacientes a solicitar información en Sanidad. Quieren comprobar que las clínicas a las que acuden, y los médicos que les tratan, cumplen con todos los requisitos que marca la ley. Un portavoz de la Consejería de Sanidad indicó ayer: 'Si hasta ahora recibíamos una llamada al día, ahora superamos las 60. Todo los avisos se atienden y los inspectores comprueban los indicios que aportan los comunicantes. Gracias a ellos, se han detectado irregularidades en las clínicas clausuradas'.

José Ignacio Echániz, consejero de Sanidad, compareció ayer en la Asamblea y habló de la clausura de estos centros. Echániz también apuntó algunas de las líneas de trabajo iniciadas para tratar de descubrir falsas clínicas y falsos médicos. Lo más importante será 'cruzar' datos entre la consejería, los colegios de médicos y odontólogos, los juzgados y la Policía Municipal para descubrir los fraudes. Un portavoz de Sanidad ha indicado que, actualmente, 'no hay comunicación entre los juzgados y Sanidad', de tal manera que 'es difícil saber si los médicos tienen abiertas demandas en los juzgados'.

Paralelamente, el Gobierno regional ha solicitado la colaboración de la Policía Municipal para detectar la existencia de servicios de estética sin licencia en centros sanitarios. 'Es muy difícil controlar los pisos y los locales en los que de manera clandestina se ocultan servicios para los que no se tiene licencia. Por eso es fundamental la colaboración tanto de la policía como de los vecinos. Ellos son los que pueden alertar de situaciones que consideren sospechosas', señaló un portavoz del Ejecutivo de la Comunidad.

Conciencia ciudadana

El Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón se plantea también iniciar una campaña de concienciación ciudadana sobre los riesgos que conlleva ponerse en manos de médicos de dudosa cualificación y, además, controlar la publicidad que se hace en los medios de comunicación de centros de estética y adelgazamiento.

El espectacular incremento del número de llamadas de pacientes en busca de información ha obligado a aumentar en un 50% el número de inspectores.

Sanidad ha realizado un llamamiento para que los ciudadanos denuncien cualquier situación sospechosa. La alarma desatada por la venta de pastillas para adelgazar recetadas por el falso médico Vicente Puig (cuyo centro ilegal de estética, en la calle de Jorge Juan, fue clausurado el miércoles) se ha dejado notar de manera especial en el Colegio de Farmacia, así como en los establecimientos de venta legales, adonde muchos ciudadanos se han dirigido para comprobar que los productos que consumen no perjudican su salud.